14 Noviembre 2020
TAREAS. Con una vigilancia permanente, hasta la fecha se realizaron aplicaciones sobre 140 focos de la plaga.
Desde el primer minuto en que las mangas de langostas aparecieron sobre el territorio nacional comenzó a desarrollarse un trabajo mancomunado entre el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y el sector productivo, acompañado por los Gobiernos provinciales, que logró el objetivo de disminuir la densidad poblacional de estos insectos.
El 11 de mayo de este año las autoridades fitosanitarias de Paraguay alertaron al Senasa sobre los movimientos de mangas de langostas hacia nuestro país. En ese preciso momento, el organismo argentino emitió el primer alerta; y desde entonces muchísimo trabajo se realizó en el país y en muestra región.
Hasta la fecha, se realizaron aplicaciones sobre 140 focos de la plaga y se logró controlar, de esta manera, siete mangas que ingresaron a nuestro país, gracias al trabajo articulado y permanente del Programa Nacional de Langostas y Tucuras (Pnlyt) del Senasa, junto con el sector público -nacional, provincial y municipal- y con el sector privado.
La plaga, finalmente, ingresó el 21 de mayo; y ya se cumplieron más de 150 días ininterrumpidos de lucha.
Dos emergencias
“Durante este año enfrentamos la emergencia fitosanitaria de langostas en el marco de otra situación de emergencia como lo es la pandemia de la covid-19. La articulación con los Gobiernos provinciales y municipales, y con los productores fue y es clave para poder llevar adelante las acciones tendientes a contener la crisis por langostas, cumpliendo con todos los protocolos establecidos y salvaguardando la salud del equipo de Senasa”, explicó Héctor Medina, coordinador del Pnlyt.
Medina sostuvo que, pese a las complicaciones, se logró una contención de la situación. “Quedan focos activos solamente en la región del NOA, que están siendo vigilados para ser controlados cuando se den las condiciones óptimas”, puntualizó.
Siempre se menciona la complejidad que implica controlar esta plaga, debido a que tiene una gran capacidad de vuelo, a que el rango de tiempo durante el cual se pueden ejecutar los tratamientos es muy breve y a que suele llevarse a cabo en lugares de difícil acceso.
Las mangas se desplazan durante todo el día y se asientan hacia la tarde noche. Resulta importante destacar que para realizar las aplicaciones contra la plaga se evalúa minuciosamente el impacto ambiental que puede generar en la zona. Se realiza previamente un relevamiento de la existencia de cursos de agua, de colmenas y de población.
Durante este período, los equipos langosteros del Senasa llevaron a cabo el monitoreo de más de 2.500 sitios en las provincias afectadas de manera directa: Formosa, Chaco, Salta, Jujuy, Catamarca, La Rioja, Corrientes, Santiago del Estero, Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba y Tucumán.
De esa manera, ante la contingencia actual y en el marco de la emergencia fitosanitaria vigente, el organismo desplegó equipos en terrenos de manera constante, adquirió insumos, herramientas, equipamientos para el control y para protección del personal. También contrató aplicaciones áereas como complemento de acciones similares que realizan productores y Gobiernos provinciales. Esto permitió que se registrara un bajo impacto de la plaga en los cultivos de nuestro país.
Día a día, el Senasa coordina las tareas de monitoreo constante, de seguimiento de la manga y de definición de momentos oportunos de control de las mangas restantes que aún se encuentran en territorio nacional.
En este sentido, resulta fundamental que los productores monitoreen sus campos para detectar la presencia de la plaga; que realicen los controles correspondientes respetando la normativa vigente y que den aviso ante la detección de langostas, para que se avance en el manejo de esta compleja plaga.
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