Psoriasis: “un paciente informado es un paciente empoderado”

Psoriasis: “un paciente informado es un paciente empoderado”

Especialistas destacan la importancia de saber. La mayoría de las veces se manifiesta en la piel, pero puede afectar articulaciones y causar comorbilidades.

PSORIASIS. Unas 800.000 personas sufren la enfermedad en la Argentina. PSORIASIS. Unas 800.000 personas sufren la enfermedad en la Argentina.
29 Octubre 2020

Nos se trata de simples manchas en la piel; y que pique (de ese rasgo de la enfermedad viene su nombre) no es el peor de los problemas. La psoriasis es una enfermedad inflamatoria, sistémica (es decir, incide en todo el cuerpo), crónica e inmunomediada. Para crear conciencia sobre este problema, muchas veces minimizado, se conmemora hoy el Día Mundial de la Psoriasis. Y el lema de la iniciativa mundial de este año, impulsada por la impulsada por la Federación Internacional de Asociaciones de Psoriasis, es #EstéInformado.

“El dolor y la picazón que producen las lesiones cutáneas son dos de los principales síntomas más persistentes y visibles. Pero la enfermedad se asocia a muchas otras que aparecen en conjunto, comparten un mecanismo y requieren una atención multidisciplinaria”, explicó la dermatóloga Cristina Echeverría, presidenta de la Sociedad Argentina de Psoriasis.

Una de las posibilidades es desarrollar una artritis psoriásica. Ocurre en el 30% de los casos y puede afectar a personas de cualquier edad, incluso a niños. Un enfermo con psoriasis y dolores articulares debe consultar de inmediato un reumatólogo, pues no hay análisis que permitan llegar al diagnóstico.

“Pero además, por la psoriasis el riesgo de diabetes aumenta un 46%, y el de padecer un acontecimiento cardíaco alcanza un 58%”, añadió Echeverría.

Por otra parte, la psoriasis puede producir un fuerte impacto emocional. “Muchos pacientes sufren ansiedad y depresión, y sienten vergüenza. Algunas encuestas señalan que el 83% abandonó actividades deportivas, el 74% refirió tener baja confianza y el 35% evitaba tener relaciones sexuales”, añadió la especialista

Se estima que en Argentina 800 mil personas viven con psoriasis. Y como pasó con todo en este presente pandémico, se advierte una gran disminución de las consultas, lo que preocupa al sistema de salud.

“Enfermedades crónicas como psoriasis no pueden esperar. Ni su detección ni su tratamiento. Tanto los consultorios privados como los de la atención pública están preparados para recibir a los pacientes y brindar la atención correspondiente de manera segura”, advirtió Alberto Lavieri, coordinador del Grupo de Trabajo de Psoriasis de la Sociedad Argentina de Dermatología.

De qué se trata

La mayoría de las veces -en 8 de cada 10 casos- la enfermedad se manifiesta a través de la aparición de placas rojizas, blancas o plateadas, escamosas y engrosadas, producidas por una alteración inmunitara del proceso llamado recambio celular.

Las células de la piel crecen en la parte más profunda y avanzan hacia la superficie: normalmente, esto demora un mes -explica la revista digital MedlinePlus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU.- En la psoriasis ese recambio se produce en pocos días, debido a que las células avanzan demasiado rápido.

No tiene cura; las placas pican, duelen, se agrietan y a veces sangran; y una de sus secuelas sobre la calidad de vida es el grado de estigmatización social que en algunos casos todavía genera.

Lo bueno: no es contagiosa y se puede tratar. “Los pacientes hoy cuentan con tópicos (cremas), la exposición a rayos ultravioleta con equipos especialmente desarrollados para este fin (fototerapia) y tratamientos sistémicos a base de comprimidos o inyecciones subcutáneas. Entre estos últimos están los medicamentos ‘biológicos’. Según el grado de severidad, el dermatólogo -en diálogo con el paciente- determinará qué opción considera que mejor lo beneficiará”, subrayó el dermatólogo Gabriel Magariños, consultor del Hospital Houssay de Vicente López, Buenos Aires.

Saber es poder

Aunque la enfermedad es muy visible por su manifestación en la piel, en algunos casos el diagnóstico continúa siendo un desafío y la mayoría de los pacientes debe consultar más de un profesional hasta arribar a él. “Los dermatólogos tenemos el conocimiento y la experiencia para realizar el diagnóstico temprano, indicar tratamiento adecuado y -lo que es clave- trabajar articuladamente con áreas como endocrinología, reumatología y cardiología para prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida del paciente. A su vez, el diálogo constante con este es fundamental, para que conozca todos los aspectos de su enfermedad y sus opciones de tratamiento”, señaló Lavieri.

“La información es una herramienta clave en el empoderamiento; es hacernos dueños de parte del tratamiento. Si conocemos nuestra enfermedad, todo lo que trae consigo, las formas de evitar sus gatillos, todos los tratamientos serios que existen y los derechos que nos asisten, y construimos una relación de confianza con nuestro médico y formamos parte de una organización de pacientes, la calidad de vida d cambia ostensiblemente -destacó Silvia Fernández Barrio, presidenta de la Asociación Civil para el Enfermo de Psoriasis (Aepso)-. El compromiso y la adherencia al tratamiento se nutren de un diálogo franco con el profesional, para sacarnos las dudas y entender cada paso que tenemos que dar para mejorar de forma sostenida”.

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