Por Jose Ariel Ibañez
14 Octubre 2020
CUMPLIÓ CON CRECES. El trabajo de Exequiel Palacios fue muy importante. Rudy Cardozo le disputa el balón.
¿Se puede pedir algo más que un triunfo argentino en La Paz, donde llevaba 15 años sin festejar por las Eliminatorias? Siempre se puede. Los tucumanos tenían ganas de ver en acción a sus compatriotas y el deseo se cumplió con creces. Exequiel Palacios, que jugó todo el cotejo, fue uno de los pilares del equipo con una actuación simple pero efectiva, Joaquín Correa estuvo casi 40 minutos en la cancha y en ese lapso hizo un aporte clave y decisivo: anotó el segundo gol, ese que inclinó la balanza a favor de Argentina. Ninguno fue actor de reparto. Ambos asumieron los roles principales.
Palacios le aportó al equipo tenencia y traslado de balón. Buscó asociarse con Lionel Messi y aunque en los últimos minutos se lo notó sin aire -producto de los 3.600 metros de altitud y a la falta de continuidad en Bayer Leverkusen, donde apenas jugó 17 minutos en los últimos meses- fue una de las figuras de la cancha. Correa sacó a relucir su buen remate y su capacidad para definir tras la cesión de Lautaro Martínez: remate cruzado, gol y a festejar.
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