Ferraro: “no hubo ninguna persecución contra nadie”

“Durante mi gestión al frente del Hospital Centro de Salud nunca se tomó alguna decisión para perjudicar a nadie. Nosotros tenemos autoridades por encima nuestro, que son quienes toman las últimas decisiones. Yo puedo estar de acuerdo o no con las que se tomaron, pero elegí acatarlas. Después, todas las opiniones son válidas”. El médico Marcelo Ferraro no llegó a un año al frente del Centro de Salud. Había asumido el noviembre de 2019 y ayer decidió renunciar a su cargo, en medio de la pandemia y cuando se reavivaron las críticas internas por las falencias en el sistema de salud. “Yo no renuncio a esta batalla. Sólo renuncio a un cargo. Voy a seguir trabajando en el hospital, en cirugía, que es lo que siempre hice. Debo reconocer lo que puedo y lo que no puedo hacer y creo que hoy mi mejor lugar es dentro de un quirófano, tengo que reconocer esto”, le dijo ayer Ferraro a LA GACETA.

El ahora ex director fue reemplazado por quien era hasta ayer la vicedirectora, Liliana Gordillo. “Es una excelente profesional que ya estaba en el cargo antes de que yo llegara. Sabe mucho y viene manejando distintos equipos con el tema de la pandemia. Necesitaba a alguien que pudiera seguir con esta Dirección. Ella fue una de las organizadoras de la torre de covid del Centro de Salud”, explicó Ferraro. El médico negó que su renuncia tuviera tintes políticos. “No hay nada raro. No me voy de vacaciones. Hablé con mi familia y tomé la decisión de volver a mi lugar de origen, que es la cirugía. Además, luego del fallecimiento del doctor (Jesús) Amenábar se necesita un reemplazo y además hay otros colegas también afectados. Y este es un hospital de perfil quirúrgico. Así que por eso pedí regresar a mi especialidad. Seguiré trabajando con esta pandemia, como todo el personal de salud”, agregó

Ferraro también respondió a las críticas que hizo ayer el médico Carim Asus, de Sitas (ver aparte), con respecto a la redistribución de personal y a la rotura de un ascensor. “La semana pasada se rompió una pieza importante del ascensor, se la mandó a arreglar y ya está funcionando. Todas críticas valederas, no voy a analizar una por una de las cosas que se dicen; se trabaja para que todo funcione bien. La gente se agota, pero no hay mala intención de nadie, no tengo nada en contra de ninguna opinión, las agradezco. Pero hay cosas que puedo hacer y otras que no, nunca se tomó ninguna decisión para perjudicar a nadie”, aclaró. Y agregó: “tenemos autoridades por encima nuestro, uno puede tomar una decisión, puedo estar de acuerdo o no con las órdenes, y yo las acaté. Cuando no estuve de acuerdo hice saber mi opinión, pero ya no dependía de mí. Yo voy a seguir trabajando, como un humilde profesional, un simple cirujano. Las cosas que no se hicieron fue porque no pude hacerlas, pero aquí no hubo ninguna persecución contra nadie”.

Finalmente, Ferraro reflexionó sobre la situación actual. “Hay que renovar al personal, la gente está al frente de la batalla y se agota. No quiero que las experiencias nefastas de otros países lleguen a Tucumán. Hay que dar descanso a quienes hayan pasado mucho tiempo en esto, pero tan importante como eso hay que darles un reconocimiento importante para todos, alguna compensación especial, no si económica, no soy gerenciador de nadie, pero se lo merecen”, dijo. “Debe haber una estabilidad laboral, que el sistema los absorba. Necesitamos que se cumplan los derechos del personal de la salud, que se los proteja, que se los cuide. Que puedan trabajar con todo lo necesario. Que el Estado se ocupe de ellos, como dice un lema dentro del hospital, que se cuide a los que nos cuidan”, aseveró. Y finalizó hablando de los pacientes. “No nos podemos olvidar de ellos, puede ser cualquiera de nosotros. Cualquiera se puede enfermar, leve o grave. Hay que darles una consideración especial, que sean atendidos como se merecen, que tengás las camas necesarias, que los tratamientos les lleguen, que haya oxígeno y recursos para todos. De eso se debe ocupar el Estado”.