Por Manuel Riva
01 Septiembre 2020
Está claro que el valor de un libro no se puede medir por sus dimensiones físicas y que en la literatura, al menos, lo importante sí es el interior. Pero eso no quita que haya ejemplares gigantescos que valga la pena ir a visitarlos sólo por eso. Y al fin y al cabo, es justo que algo tan grande como un libro alguna vez nos supere en tamaño. No es fácil, eso sí, determinar cuál es el libro más grande (y nos referimos aquí exclusivamente a la altura, longitud y anchura). Según el libro Guiness de los récords de 2012 el libro más grande del mundo está en Dubai y fue “construido” por la compañía Mshahed International Group. Se puede visitar en algún centro comercial del país ya que se muda periódicamente. Mide 5 x 8 metros, consta de 427 páginas, y pesa 1.500 kilogramos. Se titula “El profeta Mahoma” y es una recopilación de historias sobre hechos de la vida del profeta. En su fabricación trabajaron un total de 50 personas y llevó 16 meses completarlo.
Muy cerca de este logro se sitúa el libro que obtuvo el récord Guiness desde 2010 hasta 2012. En este caso, se puede visitar en la ciudad húngara de Szinpetri y es obra de Béla Varga y Gábor Varga, padre e hijo especializados profesionalmente en la tecnología del papel. El libro fue elaborado utilizando técnicas de encuadernado tradicionales (sólo que a mayor escala). También se tuvo que usar una impresora más grande para plasmar las palabras (se usó una que se utilizaba normalmente para grandes carteles). ¿Y cuáles son las dimensiones del segundo libro más grande del mundo? 4,18 x 7,54 metros; consta de 346 páginas y pesa 1.420 kg. El contenido del libro es un recorrido de marcado carácter ecológico por las maravillas naturales de Hungría y de otras partes del mundo.
No sabemos si es el tercero en la lista pero sí merece ser nombrado, porque podemos decir que es el más antiguo, ya que tiene más de 350 años. Es el atlas más grande del mundo, un volumen de 1,78 x 2,1 metros que está en la British Library, y que data de 1660. Fue un regalo de unos comerciantes al rey Carlos II y pasó a formar parte de su gabinete de curiosidades. Incluye 37 mapas y es conocido como Atlas Klencke. Para manejarlo hacen falta seis trabajadores de la biblioteca.
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