La telemedicina plantea nuevos desafíos técnicos

La telemedicina plantea nuevos desafíos técnicos

Los expertos en redes informáticas advierten que las empresas médicas deben actualizarse para garantizar la privacidad de los pacientes. Una modalidad que vino para quedarse.

“Si hay algo bueno en toda esta desgracia que estamos viviendo, es que a muchos nos ha sacado del lugar de confort y nos ha obligado a hacer cosas que no estábamos haciendo. Con la aplicación de la tecnología en la medicina pasó especialmente eso”, sentencia el médico neurocirujano Julio Fernández, titular del Programa de Prevención de ACV que gestiona el Siprosa.

En su rama y en esa patología, el tiempo y la tecnología son claves. “Un paciente con un ACV en La Cocha, por ejemplo, puede recurrir al hospital de Concepción y, en el camino, los médicos podemos ir evaluándolo a la distancia y aplicando la medicación para aprovechar el tiempo.

Eso es telemedicina aplicada, que mejora sustancialmente el resultado final del tratamiento de ese tipo de episodios”, ejemplificó.

Desde que se desató la pandemia de covid-19, los consultorios médicos se trasladaron al domicilio de los profesionales, que implementaron, como pudieron, la atención a distancia: consultas telefónicas, por WhatsApp o por videollamadas. Todo valió al momento de revisar pacientes y continuar con tratamientos ya comenzados. Pero los analistas sostienen que se trata de una modalidad que no sólo cubrió la emergencia, sino que llegó para quedarse.

“Además de la atención de pacientes a la distancia, en hospitales y clínicas aceleraron un proceso de digitalización que ya venía encaminado, pero que se hizo indispensable. Por ejemplo, las plataformas digitales donde se sube toda la historia clínica de los pacientes y los estudios por imágenes era algo que ya existía, pero a lo que no podíamos acceder de forma remota. Yo tenía que ir hasta la clínica a revisar esa información. Ahora puedo hacerlo a la distancia”, comparó el médico, que se desempeña también en el ámbito privado además del público.

“Justamente -cuenta- estoy regresando de La Rioja de operar a una paciente. Yo desde aquí ya había visto todo su caso, lo llevo en la cabeza y sé qué y cómo lo tengo que hacer. No tuve necesidad de ir o de traerla hasta acá para evaluarla, algo que hubiese sido imposible en este contexto”.

Desafíos

Esa aceleración de la telemedicina y su implementación como alternativa permanente trajo y traerá nuevos desafíos y necesidades tecnológicas. En un campo sensible, con información que debe ser custodiada celosamente para garantizar la privacidad de los pacientes, la industria de la medicina necesita adaptarse y robustecer sus sistemas, advierten los expertos de una compañía de soluciones informáticas.

“Antes de la pandemia la industria de la atención médica ya se encontraba en un periodo de veloces cambios. Debido al aumento en la digitalización, los sistemas distribuidos que mantienen las aplicaciones en funcionamiento y el flujo de datos tenían grandes dificultades para mantenerse al día con la demanda. Luego llegó la pandemia y, con ella, un nuevo desafío: gestionar la repentina transición de la atención en persona a la telemedicina.

El cambio fue tan drástico que basta con ver las cifras: algunos proveedores vieron cientos de veces más pacientes por telemedicina en el mes de abril que en todo 2019. Además, este aumento seguramente acelerará la adopción a largo plazo de la telemedicina a medida que los proveedores, los pacientes y los reguladores adquieran una valiosa experiencia a partir de sus muchos beneficios”, evalúa Mitzi L. Amon, directora del sector de esa compañía tecnológica, que difundió las “buenas prácticas” para optimizar la infraestructura de red en telemedicina.

En Tucumán, son decenas los médicos que instalaron un pequeño consultorio virtual en su casa, con sus propias computadoras y celulares para atender pacientes. Pero esa es sólo una parte de lo que implica la telemedicina: robustos sistemas informáticos centralizados en las instituciones de salud.

“Hasta el momento, en nuestra provincia no ha sido de gran demanda ni se dispararon las consultas de empresas de medicina. Sí en otras industrias importantes, como la citrícola, las compañías invirtieron en mejorar sus sistemas informáticos y, sobre todo, en crear buenas salas de videoconferencias, que en general ocupan los gerentes principales para reunirse virtualmente con los otros directivos”, detalló Raúl Saade, gerente de una empresa tucumana líder en sistemas de telecomunicación.

“En muchas empresas las redes están ‘atadas con alambre’, desactualizadas y armadas con normas que ya no están vigentes. Eso supone un riesgo en industrias con información muy sensible, como tarjetas de crédito o entidades bancarias. El área salud entraría en ese mismo grupo”, agregó.

Las salas de videoconferencia se componen básicamente de cámaras, micrófonos y pantallas o proyectores. Todo armado para garantizar la fluidez de la comunicación y la claridad de la imagen y del sonido. No es descabellado pensar que en un futuro próximo, los consultorios médicos se conviertan en pequeñas salas de videoconferencia, para sostener la atención a distancia.

Las buenas prácticas para optimizar las conexiones en telemedicina:

Cableados: mantener la zona de racks organizada y libre de cables desordenados de datos, de red y de energía.

Optimizar la eficiencia energética: implementar sistemas inteligentes de medición energética para la distribución eléctrica.

Gestión y monitoreo remotos: el hardware inteligente, las herramientas de conectividad, el software y los sensores pueden ofrecer control y monitoreo permanente de las redes.

Proteger los datos y el equipo: en el entorno de atención médica altamente regulado, la protección de la privacidad del paciente es fundamental.

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