¿Cómo funciona el modelo estatal de colectivos en Salta?

¿Cómo funciona el modelo estatal de colectivos en Salta?

En Tucumán, funcionarios, empresarios y sindicalistas coinciden en que el sistema de transporte público no funciona. Por eso, se analiza el esquema salteño para considerar si puede replicarse aquí. Claudio Mohr, presidente de Saeta, explica cómo funciona ese modelo, que el lunes cumple 15 años Subsidios provinciales, firmas subconcesionarias y un fondo fiduciario.

BAJO LA LUPA. El servicio de transporte público tucumano está bajo estudio de funcionarios para buscar mejoras. BAJO LA LUPA. El servicio de transporte público tucumano está bajo estudio de funcionarios para buscar mejoras.

Funcionarios públicos, empresarios y sindicalistas coinciden en un punto a la hora de analizar el sistema de transporte público de Tucumán: no funciona.

La conflictividad por la mora en el pago de los sueldos fue recrudeciéndose en los últimos años y la pandemia por la covid-19 le asestó un nuevo golpe: en siete meses los tucumanos ya tuvieron que soportar 28 días sin colectivos por las medidas de fuerza. Alrededor de 300.000 personas en la provincia, que dependen de los colectivos para trasladarse, fueron acostumbrándose a que al menos una vez por mes deben elegir otra manera de trasladarse. La crisis del transporte público no es ajena a Tucumán, se repite en casi todos los distritos, con excepción del Área Metropolitana de Buenos Aires -ciudad de Buenos Aires y más de 30 intendencias del conurbano, donde se destinan el 83% de los subsidios nacionales al sector-, Salta, Mendoza y San Luis.

En las líneas metropolitanas salteñas la gestión es estatal a través de la Sociedad Anónima del Estado de Transporte Público (Saeta). Claudio Mohr, presidente de Saeta, explicó a LA GACETA el funcionamiento del esquema de transporte salteño. El boleto mínimo urbano en Salta está en $ 25, a diferencia de los $ 30 tucumanos. “La crisis del transporte se repite en muchas provincias. Nosotros en Salta podemos mantener los sueldos al día y por eso este año no tuvimos ningún día de paro”, sostuvo Mohr a través de una charla telefónica. En las últimas semanas, el presidente del Concejo Deliberante de San Miguel de Tucumán, Fernando Juri, mantuvo distintas comunicaciones con miembros de Saeta para proponer un esquema similar para Tucumán.

“Aproximadamente a todos los del interior nos pasa parecido. En Tucumán o en Salta se recibe siete veces menos de subsidios nacionales por unidad que en AMBA. Después cada realidad del transporte es diferente, pero en la comparación por unidad es mucha la inequidad en el reparto de los fondos de subsidios nacionales entre las provincias y el AMBA. Además se da el agregado que en AMBA ya han cobrado $ 2.200 millones de subsidios nacionales mientras que los $ 1.600 millones que les corresponden a las jurisdicciones del interior todavía no han llegado”, analizó Mohr.


- ¿Cuándo nació Saeta?

- Las Pymes del transporte tras la crisis de 2001-2002 se habían visto muy golpeadas. Las recaudaciones estaban muy afectadas, aunque la venta de pasajes nunca cumple los costos del transporte por eso en el mundo se subsidia la actividad. En ese momento se había generado una situación caótica, con demasiados días de paro, similar a lo que ocurre en Tucumán ahora. La calidad del servicio no era buena, comenzaron a aparecer transportes alternativos a los colectivos que no estaban regulados. Se dijo no va más: se creó por ley la Sociedad Anónima del Estado de Transporte Automotor, Saeta, en 2004. Entra en funciones el 1 de agosto de 2005, por lo que el lunes cumplimos 15 años. Este año en Salta no tuvimos ningún día de paro. Es porque a través de la estructura de Saeta con fideicomisos se garantizan los sueldos y las cargas sociales de los trabajadores. Los trabajadores siguen siendo responsabilidad de las empresas pero se paga los sueldos a través del fideicomiso. Nosotros somos los garantes de que el sistema funcione.


- ¿Cuáles son los fondos del fideicomiso?

- Está conformado por tres patas. Una es la recaudación propia, que las empresas ceden a Saeta para su administración. En este contexto de pandemia se ha reducido muchísimo la recaudación, sólo se puede trasladar trabajadores esenciales y no pueden ir llenas las unidades. La otra pata son los subsidios provinciales, que permiten mantener la calidad del servicio y que pueden variar la relación entre recaudación y subsidios mes a mes. La tercera pata son los subsidios nacionales, que como todos sabemos, hay una gran inequidad con el AMBA porque allá no sólo se paga más sino que se paga a tiempo. Santa Fe y Entre Ríos, junto a Tucumán, llevan un registro récord de paros, con una situación similar a la de Tucumán. Gracias a Dios acá en Salta no tenemos conflictos de esas características.


- ¿Cuánto es la tarifa?

- El boleto urbano mínimo en Salta está en $ 25. El promedio país está en $ 25,93. Saeta gestiona el transporte metropolitano en un sector que abarca 11 municipios, y tenemos localidades alejadas hasta a 70 kilómetros de la capital donde el boleto cuesta $ 70. O más cercanas, con $ 44.


- ¿Cuál es el rol de las empresas y qué ocurre con las licitaciones?

- Las empresas son las subconcesionarias de servicio. Saeta es la concesionaria principal, pero para respetar los contratos de la Municipalidad con las concesiones asignadas por licitación con cada empresa, se contrató a esas firmas como subconcesionarias del sistema. El fideicomiso asegura las cargas sociales y el pago de sueldos. A su vez, les paga por kilómetro recorrido a los empresarios. También hay fondos por pauta de modernización, mejorando las unidades. Eso les permite aumentar el dinero que reciben. El año pasado incorporamos 120 unidades al sistema y este año en este contexto llevamos 28, en plena crisis. El promedio de antigüedad de las unidades de Saeta es menor a 3 años y medio, es una flota relativamente nueva.


- ¿Cómo se fija el boleto?

- Lo fija una comisión de costos donde los representantes de cada sector analiza los costos, hace un estudio y se define un boleto que permita sostener el sistema. El equilibrio es para que no se desfasen las empresas y que las personas puedan pagar el boleto.


- ¿Cuántas líneas cubre Saeta? En Tucumán hay 56 líneas -14 son urbanas-, trabajan 3.600 personas y la flota es de aproximadamente 1.200 unidades...

- Nosotros tenemos ocho corredores a cargo de 11 empresas, algunas de ellas forman Unión Transitoria de Empresas (UTE). Esos corredores se subdividen en líneas, por lo que está la Línea 1-A, 1-B, por ejemplo. Son 620 unidades para el área metropolitana con aproximadamente 2.300 empleados, contando choferes, inspectores, administrativos, mecánicos, mantenimiento y demás. La nota de color es que tenemos una tasa alta de mujeres conductoras, entre las más altas del país: 130 mujeres choferes y 2 inspectoras.


- ¿Cuántos subsidios nacionales reciben por mes? Tucumán recibe aproximadamente $ 153 millones mensuales.

- Salta recibe $ 96 millones de subsidios nacionales. De ese número, Saeta recibe $ 80 millones. El aporte de subsidios provinciales hoy está cerca del 50% del presupuesto mensual de Saeta, que es de $ 430 millones, así que Salta aporta más de $ 200 millones en subsidios provinciales para sostener el sistema. Durante la vieja normalidad era mucho menos, porque la recaudación era más fuerte, ahora la recaudación ronda el 40% de la venta de boletos habitual. Normalmente el aporte del estado salteño a Saeta era aproximadamente un 30% del presupuesto total -remarcó que mensualmente es $ 430 millones-.


- ¿Cómo está conformado el directorio?

- El directorio de Saeta está conformado por cinco personas: tres del Ejecutivo Nacional -yo soy el presidente-, un director representante por UTA y otro por la Municipalidad de Salta.


- ¿Puede repetirse el modelo Saeta en otros distritos?

- Todo modelo puede funcionar en diferentes lados pero adecuándose a la situación de cada provincia. Siempre se pueden hacer mejoras en los modelos, nos ayudaría que el sistema de Saeta se replique para notar cómo podemos mejorarlo aquí. Sería enriquecedor. Cuando hablamos de subsidios nacionales y provinciales hablamos de que verdaderamente no se le puede cobrar a la gente el valor en bruto de un boleto, por explicarlo de algún modo. En Salta el boleto sale $ 25, pero si quitamos los subsidios el valor estaría por sobre los $ 100, que en este contexto es imposible para la gente. Se volvería un servicio exclusivo, que dejaría afuera a quienes más lo necesitan, a las personas humildes. El transporte cuando funciona bien deja de ser usado sólo por trabajadores y personas humildes. Cuando su uso es generalizado es porque de verdad es una solución para trasladarse para cualquiera, haciendo que quienes tienen auto o motos elijan el colectivo. El servicio debería mejorar para que todos lo usen más allá de su situación económica. Porque verdaderamente aporta para trasladarse fácilmente en las ciudades.


Subsidios  
Cuándo comenzaron

Los subsidios nacionales al transporte surgieron a partir de la crisis económica de 2001-2002, porque tras la caída de la convertibilidad la disparada del dólar provocó un desfasaje: el valor del boleto no permitía sostener el servicio. Durante la presidencia interina de Eduardo Duhalde se crearon dos subsidios: compensación tarifaria, para evitar que el valor del boleto sea más alto que lo que podía pagarse; y un subsidio al combustible para que las empresas pudieran sostenerse. Tras 15 años, durante la gestión macrista se planteó trasladar los subsidios de la Nación para que las provincias sostuvieran el sistema en cada distrito. Sin embargo, sí mantuvo el subsidio al combustible para las firmas porteñas. Tras la asunción del gobierno de Alberto Fernández, se dispuso que se modificaría el esquema. La nueva fecha será en enero de 2021, para corregir las inequidades de distribución.

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