“La investigación estuvo plagada de prejuicios”, opinó una defensora

“La investigación estuvo plagada de prejuicios”, opinó una defensora

EN EL JUICIO. La abogada Carolina Epelbaum defendió a su hermano. EN EL JUICIO. La abogada Carolina Epelbaum defendió a su hermano.
13 Junio 2020

“La investigación no sólo fue irregular, sino que estuvo plagada de prejuicios”, sentenció Carolina Epelbaum. La abogada defendió a su hermano Gerardo y desde el inicio mismo de la causa cuestionó el procedimiento de los efectivos y el accionar de la Justicia Federal. Su lucha fue larga. Duró 14 años, pero el tiempo le dio la razón.

- ¿Por qué cree que fue una causa llena de prejuicios?

- En las actas policiales se decía que había drogadictos, homosexuales y falsos influyentes. Así también se interpretaron las escuchas telefónicas. Se puso énfasis con subrayados, mayúsculas y comillas.

- ¿Por qué su hermano pasó 18 meses preso y otros que tenían cargos más graves estuvieron poco tiempo?

- No quiero cuestionarme ni preguntarme por qué alguien “zafó”. Nosotros buscamos justicia, con el especial dolor que me causaba el hecho que el que sufría la injusticia, además de mi defendido, era mi hermano. Fuimos, como aquella expresión que se le atribuye a Cicerón, “esclavos de la ley para ser libres”.

- ¿No le pareció extraño la postura que tomaron los otros acusados de responsabilizarse entre ellos?

- Como abogada defensora nunca he buscado atribuir culpas a otros, ni cuestionar las estrategias de defensa de los colegas.

- Pero su hermano, Gerardo, fue perjudicado…

- No sé por qué los demás obraron como lo hicieron. Sí puedo afirmar que mi hermano, yo y el resto de mi familia obramos de conformidad con nuestra conciencia y nuestra búsqueda de justicia.

- ¿Cómo pudo separar lo profesional de lo afectivo?

- Fue un ejercicio de vida ver a mi padre visitando a su hijo en la cárcel. Verlo conversar con todos los presos, escuchar, aconsejar… Nadie vuelve a ser el mismo después de esa vivencia. Como abogada fue un ejercicio profesional trascendente, mantener el temple ante la injusticia, que como principio repugna; imaginate cuando la sufre tu sangre. Tampoco como abogada volví a ser la misma.

- Y después de haber peleado tanto, ¿cuál es el balance que hace?

- Todos salimos mejores de esa experiencia. Pudimos convertir las circunstancias adversas en recursos. Pudimos reconstruirnos, especialmente Gerardo. Por supuesto, sin dudas cambió la vida de todos. Estamos orgullosos de la forma en que llevamos la situación, porque como dice el poeta Mario Benedetti: “Ni una uña más allá de la justicia, nuestra ventaja y nuestra desventaja es que vivos o muertos, jodidos o triunfantes, nos hemos prohibido ser inmundos”.

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