Cartas de lectores
12 Mayo 2020

La guerra

Rick Alkinson, por muchos años editor del Washington Post y premio Pulitzer, escribió “La Trilogía de la Liberación”, gran crónica sobre las batallas y conmociones militares en Europa Occidental durante la Segunda Guerra Mundial. El autor prestó una especial atención a la vertiente humana de la guerra: a esa combinación de nobleza, maldad y sufrimiento que marcó las vidas de millones de seres humanos para siempre en la historia. Cuenta que de todos los muchachos alemanes nacidos entre 1915 y 1924 una tercera parte murió o desapareció. Que un 14 por ciento de la población soviética de 190 millones pereció durante la guerra. Que el Ejército Rojo sufrió más muertes en combate sólo en Stalingrado que las fuerzas armadas estadounidenses en toda la contienda. Y que las fuerzas soviéticas mataron también nueve veces más alemanes que los EE. UU. y Gran Bretaña juntos. Una verdadera carnicería.

Himno nacional (I)

Ayer fue día del Himno Nacional Argentino. Una de las definiciones de la palabra himno, dice: “Se trata de una composición poética o musical de tono solemne que representa y ensalza a una organización o un país y en cuyo honor se interpreta en actos públicos”. Para que se profundice más el concepto, voy a desprender del mismo algunas palabras claves, tales como solemne y honor, cualidades que actualmente se encuentran olvidadas, cuando no perdidas. Respecto a la poesía y la música, creo que huelgan las palabras, ya que es harto sabido que son dos de las manifestaciones propias del ser humano, que lo elevan a la calidad de ser supremo de todo lo creado. Luego, lo solemne se refiere a un acto o ceremonia que se celebra con pompa o formalismos extraordinarios. Y, el honor, es una cualidad moral que impulsa a una persona a actuar rectamente, cumpliendo su deber y de acuerdo con la moral. Por lo que, jugando un poco con las palabras, podemos decir que “el himno es una composición poética y musical propia del ser humano, cuya solemnidad le da el carácter de extraordinario, debido a la honorable moral que lo caracteriza”. Como se verá, en ninguna parte dice que se trata de un tema musical más, ordinario, de los que hoy abundan; ni que es para andar cantándolo por la calle con la letra que una quiera ponerle a la música correspondiente. De más está decir que quienes lo cantan lo deben hacer asumiendo una responsabilidad moral efectiva, activa (porque la moral sin acción es letra muerta) y respetuosa, por tratarse de destacar el engrandecimiento y el orgullo de pertenecer a un determinado país, a cuya organización se desea sumar para aportar a su desarrollo, hasta alcanzar la cima de las naciones de mayor renombre en el mundo.

Daniel E. Chavez

Pasaje Benjamín Paz 308

San Miguel de Tucumán

Himno nacional (II)

Pasó totalmente desapercibido el día del símbolo patrio más preciado, lo que nos demuestra a las claras la falta de nacionalidad y patriotismo, que debe ser demostrado a diario, no solamente cuando se lo canta (muchos ni siquiera saben o se acuerdan su letra). Debemos hacerlo en cada minuto de nuestras vidas, respetando la Constitución Nacional, las leyes vigentes y las normas básicas de convivencia para lograr tener una Patria que sea respetada por todos. El mejor homenaje es entonándolo dentro de nuestros corazones con respeto, patriotismo y honor..

Federico Yurcovich
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Tiempos difíciles

¡Qué mal está el mundo con esta pandemia! En este difícil momento las conciencias individuales son las que más pesan para consolidar un entramado de prevenciones; solo eso nos puede alejar un poco más de este contagioso virus hasta que se logre una vacuna. Mientras las cuarentenas obliguen a cerrar todo lo que implica trabajo y producción, todos los paises sufrirán más de lo que ya sufren. El nuestro no es una excepción; las deudas que tenemos fuera de nuestro territorio, sumadas a las deudas internas, la emisión de cientos de millones de pesos, sin que se pueda sembrar nuestros campos de manera medianamente normal y sin poder reactivar nuestras economías; esto solo habla de un largo tiempo de necesidades, sacrificios y hambre. Más allá de todas estas situaciones, lo importante es ni por un instante claudicar. Algunos países sufrirán menos que otros, pero padecerán, por este virus altamente contagioso y depredador. Las conciencias individuales son en estos tiempos lo mas valioso que cada uno puede hacer por si mismo y por los otros... este no es un gesto ni una actitud patriótica, sino un imperativo que demanda toda la humanidad. Para ello pongamos todas nuestras fuerzas, nuestra voluntad, lo mejor que podamos ofrecer para prevenir y aprendamos a hacer un sano hábito de todo lo que a cada momento nos aconsejan. El virus no vendrá a nosotros si nosotros no vamos hacia él.

Héctor Leonardo Bravo

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Pedido a la Virgen

En el mes de mayo -dedicado a la Virgen María- se celebran sus fiestas: Virgen de Luján (día 8); Virgen de Fátima (día 13); María Auxiliadora (día 24). El pueblo argentino peregrina todos los años a Luján para agradecer, pedir y rezar. El 8 de mayo se organizó una peregrinación virtual y una jornada dedicada a la Virgen de Luján que culminó con la misa a las 19 horas en el santuario, presidida por el arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Scheinig, en la que se encomendó a la Virgen a la Patria y se oró por el fin de la pandemia en el país y el mundo (transmisión por internet). Es interesante y recomiendo leer la historia de la Virgen de Luján, sobre todo su “asentamiento” y futura devoción multitudinaria, como también la veneración de los patriotas Belgrano y San Martín. También, nuestro “Martín Fierro” se ampara en ella: “Si me salva la Virgen de este apuro, en adelante, le juro ser más güeno que una malva”. En esta emergencia mundial, pidamos a “Nuestra Madre”, que nos guíe y proteja “bajo su manto” (celeste y blanco como nuestra bandera) y convoco a todo el pueblo argentino unido al rezo diario del Santo Rosario o de un Ave María, a las tres de la tarde, en pos de la unión, sanación y el bien de la Patria, confiando en la “Patrona de Argentina”. Gracias.

Marcos A. Machado
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Basural no tan clandestino

Desde los distintos medios de comunicación, se informa hasta el hartazgo, acerca de los peligros que representa la presencia del mosquito Aedes Aegipti, como también, se aconseja sobre las medidas para evitar su propagación en casas y espacios públicos. A pesar de todo lo que se publicita al respecto, quienes nos domiciliamos en las cercanías de la intersección de calles Corrientes y Lucas Córdoba padecemos desde hace siete años, por lo menos, un basural clandestino, que al día de la fecha de clandestino no tiene nada, todo lo contrario, es público, y hasta diría que es oficial, toda vez que un camión recolector y una máquina (pala mecánica) recogen los residuos allí vertidos una vez cada 15 o 20 días. Cabe acotar que la abnegada labor del operador de la pala mecánica, a lo largo de los años y en su afán de recoger la basura, ha levantado buena parte de la vereda, dando vida así, a un socavón de importantes proporciones que, en épocas de lluvias, se convierte en una pequeña laguna donde flotan todos los desperdicios. Así las cosas, nadie debe dudar de que los vecinos nos encontramos conviviendo con un foco infeccioso que, además, es un criadero del vector del dengue, por lo que solicitamos a las autoridades su erradicación.

Carlos Gabriel Garnier
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Default

Algunos economistas y políticos opositores al gobierno nacional, que cuentan con el inestimable y habitual apoyo de ciertos periodistas, quieren instalar la idea de que si la Argentina entra en cesación de pagos (default que le dicen) será por culpa del presidente Fernández y su equipo. ¡Nada más desacertado !. Si el país no puede pagar la deuda será pura y exclusivamente por responsabilidad del gobierno anterior que encabezado por Mauricio Macri contrajo una deuda escandalosa y multimillonaria imposible de afrontar, ya que no solo “no dejó un mango” sino que además dejó todos los “grifos” de créditos cerrados en todo el mundo. Sería importante que los argentinos tomen conciencia de esto y adopten una postura de acompañamiento al país y no se dejen seguir engañando por aquellos que tienen intereses creados como ser muchos de los funcionarios del anterior gobierno y el propio ex presidente, quienes merced a haber comprado bonos de la deuda hoy son acreedores del país. O sea unos auténticos “buitres”. Entonces, que quede claro, si el país entra en “default” la culpa es del nefasto Macri y no de Alberto y su ministro Guzmán que están intentando denodadamente llegar a un arreglo que sea conveniente para todos los argentinos.

Oscar Beltrán

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Impunidad

Coincido con la carta de la lectora Estela Del Carmen Presti, “Impunidad y corrupción” (07/05). La corrupción es la apropiación de los bienes y/o el dinero público para beneficio privado; es la hambruna de los niños, el futuro del adolescente, de los hombres y mujeres sin techo, los de la casa de cartón y plástico, del anciano enfermo y abandonado, del mendigo invisible que vive bajo las estrellas o la lluvia. La impunidad es la ausencia de la acción de la Justicia sobre ese hecho. Así como la inflación fuera de control envilece las relaciones humanas, el valor del dinero y destruye el trabajo, el esfuerzo creativo, la inversión, el ahorro, la salud y la educación para todos. La impunidad destruye los mecanismos de autocontrol que tiene todo ser humano para convivir en sociedad y también la confianza, que es la base de toda relación social armónica. Hacer justicia por parte de los jueces, fiscales y el periodismo independiente es la última instancia que tiene la sociedad para garantizar la igualdad, la armonía social y la convivencia. El poder político genera corrupción pero solo un juez, al negar la aplicación de la ley, lo hace impune. Esta situación se corresponde con ese modo de pensar que a nivel popular se expresa en “roban pero hacen”; esta es una de las causas más importantes de la degradación institucional que se registra en nuestro país. Por eso la descarada impunidad es más perversamente dañina que la corrupción. Es el Poder Judicial el que debe terminar con la impunidad al actuar en forma independiente. Mientras subsista el estado de autoprotección corporativa del sistema judicial, seguirá aumentando su cuota de desprestigio en detrimento de aquellos jueces, fiscales, abogados y periodistas que actúan conforme a derecho. Un punto de partida es el reconocimiento (aunque nos pese) de que nuestra sociedad está profundamente enferma.

Pablo José Giunta
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