Piden respeto al duelo de los familiares de los fallecidos

Piden respeto al duelo de los familiares de los fallecidos

Los funerales no pueden hacerse con presencia de los deudos y no se puede velar los cuerpos.

Piden respeto al duelo de los familiares de los fallecidos
05 Mayo 2020

WASHINGTON, Estados Unidos.- Una de las secuelas que deja la covid-19 es la imposibilidad de realizar un funeral con todos los familiares y amigos, ya sea que el deceso se deba o no a la actual pandemia. Para los deudos de personas fallecidas por coronavirus no habrá abrazos ni café ni rezos durante la madrugada, ya que la recomendación es cremar el cuerpo inmediatamente y no llevar a cabo un funeral: un doble duelo.

Ante esta situación, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hizo un llamado a los Estados miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) a que se respeten y se garanticen los derechos de familiares de las personas fallecidas en el marco de la pandemia, permitir los ritos mortuorios de manera adecuada a las circunstancias y, con ello, contribuir a la preservación de su memoria y homenaje.

Asimismo, la CIDH urge a los Estados a adoptar medidas que permitan la identificación de las personas fallecidas y la trazabilidad de los cuerpos, así como garantizar la investigación de las muertes ilícitas, asegurando el derecho a la verdad, justicia y reparación de sus familiares.

Según la información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta fines de abril, como resultado de la pandemia de la covid-19 a la fecha fallecieron más de 47.812 personas en el continente americano.

Varias de estas muertes han ocurrido en aislamiento hospitalario, o bien, en sus residencias, sin conocimiento o posibilidades de acceso de sus familiares, lo que ha dificultado la entrega oportuna de los cuerpos o, en algunos extremos, han sido directamente cremados o sepultados, cuando no son reclamados.

Se ha conocido sobre extensas demoras en la entrega y sepultura de los restos mortales debido, entre otros factores, a la gran cantidad de personas fallecidas, dificultades administrativas para el otorgamiento de actas de defunción, la fragilidad de los servicios funerarios que obstaculizan el transporte, así como las dificultades para ser recibidos por los cementerios saturados.

Ese atraso, y en algunos casos, el colapso de los servicios funerarios, ha ocasionado que las familias saquen a sus seres queridos de sus domicilios a las calles debido a la descomposición y el temor a ser contagiadas.

La CIDH dijo que ha recibido información sobre diversas restricciones para la celebración de funerales. También se recibieron informes de que no se estarían observando las obligaciones internacionales respecto al registro, notificación de los familiares e investigación de las personas fallecidas en instituciones de privación de libertad. Estas situaciones incluyen al personal de salud, y a personal de las fuerzas de seguridad que han contraído el virus en virtud de su labor.

La Comisión dijo que observa con preocupación que situaciones como las indicadas, impactan en las condiciones necesarias para la preservación de la memoria y de homenaje a las personas fallecidas, cuyo trato digno es inherente a su condición humana y esencial en respeto a los vínculos y lazos existentes entre sus familiares y personas más cercanas. (Especial)

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