25 Abril 2020
Fray Marcos Porta Aguilar Ofm
Párroco de San Francisco Solano (ex guardián del Convento de Tucumán)
Esta noticia es una gran alegría para toda la familia franciscana. Especialmente para la de Catamarca, que lo lleva en su sangre, porque él marcó con su espíritu a la población, según yo mismo pude constatar cuando estuve en esa diócesis. En la parroquia de San José, donde se conserva la casa natal, y en su templo se conserva el púlpito donde, en Córdoba, predicó en favor de la Constitución. A Tucumán hizo varias visitas y se alojó en el convento franciscano, aun siendo obispo.
Fray Mamerto, oriundo de Catamarca, fue varias veces diputado y consejero por su provincia. Se destacó como misionero, periodista, predicador y patriota.
Como sacerdote franciscano y después como obispo de Córdoba (1880-1883) se distinguió por su gran amor y sentido de caridad y justicia hacia los pobres, a los que recibía personalmente en su sede episcopal. Continuamente renunciaba a todos los honores, con la misma humildad que había declinado anteriormente dos veces ser nombrado arzobispo de Buenos Aires.
Para la historia de la Nación tiene una honda significación. Se lo llamó el “Orador de la Constitución”. La Reforma de la Constitución de 1994 se hizo bajo su advocación, reconociéndolo como un apóstol de la unidad nacional.
Humildad, sencillez, amor a los pobres, misionero. Y como obispo, la preocupación pastoral y el hondo sentido de la patria y participación en los temas más apremiantes de la época son algunas de las características de Esquiú; también como docente y periodista que fue.
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