La Casa Blanca espera una recuperación económica de "meses", tras el coronavirus

La Casa Blanca espera una recuperación económica de "meses", tras el coronavirus

A la fecha, la administración de Donald Trump recibió 22 millones de solicitudes de subsidios por desempleo causado por la pandemia.

DESAFÍO. Trump, que buscará la reelección, necesita recuperar la economía estadounidense cuanto antes.. DESAFÍO. Trump, que buscará la reelección, necesita recuperar la economía estadounidense cuanto antes..
19 Abril 2020

A siete meses de las elecciones en las que el presidente Donald Trump buscará la reelección, con casi un tercio de los contagios globales y más de 40.000 muertos por coronavirus, así como decenas de millones de personas que perdieron su trabajo por la pandemia, el gobierno de Estados Unidos apostó hoy a que la recuperación económica demandará meses y no años.

“Creo que serán meses, definitivamente no creo que sean años”, afirmó el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en una entrevista con la televisora CNN.

Mnuchin dijo que tenía “la esperanza” de que el Senado apruebe mañana y la Cámara de Representantes sancione el martes un paquete de ayuda a gobiernos regionales y locales y a empresas pequeñas y medianas, que según la agencia de noticias EFE podría ascender hasta 500.000 millones de dólares, y que lleva más de 10 días de análisis.

Esa iniciativa se sumaría al paquete de estímulo fiscal por más de dos billones de dólares -equivalente a alrededor de 10% del PBI estadounidense- que el Congreso sancionó el 27 de marzo pasado.

El funcionario hizo esas declaraciones mientras en Estados Unidos crece un debate cada vez más intenso entre quienes demandan la reanudación de las actividades y aquellos que prefieren privilegiar el cuidado de la salud, en el que el gobierno parece por momentos quedar tironeado por ambos extremos.

Ayer, manifestaciones principalmente convocadas por seguidores de Trump en varias ciudades -la más numerosa, en Austin, la capital de Texas, desafiaron las medidas de confinamiento por el coronavirus y reclamaron a los gobernadores que permitan cuanto antes reanudar las actividades económicas.

En ese debate, el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, había anunciado el viernes su decisión de aliviar las restricciones a partir de esta semana y, en cambio, el del estado Washington, el demócrata Jay Inslee, se quejó de los “desvaríos y llamados trastornados” de Trump a volver a la normalidad que, a su juicio, están “poniendo a millones de personas en peligro”.

Desde el comienzo de la pandemia, Trump lleva adelante una pulseada con numerosos gobernadores, no solo opositores, que le reclaman medidas más firmes para contener la propagación del virus.

El jefe de la Casa Blanca se negó a decretar la cuarentena en todo el país y se proclamó partidario de no frenar la economía, pese a los reclamos de varios mandatarios regionales, especialmente los de aquellos estados donde el virus golpeó con más fuerza, aunque cerró las fronteras.

Hace una semana, Trump respondió airadamente a una decena de gobernadores demócratas, que anunciaron que trabajarían de manera coordinada para volver a la normalidad económica, diciendo que eso era atribución del gobierno federal y prorrogando por tiempo indefinido la prohibición de que lleguen a Estados Unidos vuelos procedentes de Europa.

Sin embargo, esos gobernadores aclararon que lo que procuraban era asegurar las condiciones sanitarias para reanudar la economía y no al revés, como se interpretó inicialmente.

La cuestión no es menor cuando el gobierno ya recibió unos 22 millones de solicitudes de subsidios por desempleo causado por la pandemia en el contexto de la proximidad de las elecciones, dado que una de las fortalezas de la popularidad de Trump fue justamente el impulso económico, y en particular el del empleo, que tomó el país bajo su mandato.

En ese contexto, el mandatario anunció el jueves una “hoja de ruta” para reactivar la economía y apuesta a que uno de los pilares de ese proceso sea la industria automotriz, a tal punto que un día antes conversó por teléfono con los líderes de General Motors, Ford y Fiat-Chrysler.

Pero esas compañías no solo tienen sus establecimientos paralizados para la producción de vehículos, sino además algunas de ellos reconvertidos para elaborar respiradores, en virtud de una ley de tiempos de guerra invocada semanas atrás por Trump.

Por lo tanto, el retorno a su actividad habitual solo podrá ser paulatino a partir de la segunda quincena de mayo e incluso reanudarse antes en plantas que tienen fuera de Estados Unidos, como es el caso de la de furgonetas que Fiat-Chrysler tiene en Saltillo, México.

Mientras tanto, Estados Unidos había superado hoy la barrera de los 40.000 muertos por coronavirus, con 41.379, y contabilizaba 746.379 casos confirmados de la enfermedad, casi un tercio de los 2,38 millones registrados en todo el mundo, según la base de datos en línea de la Universidad Johns Hopkins.

De ese modo, seguía holgadamente como el país más afectado, con casi cuatro veces la cantidad de casos confirmados que España y más del doble de decesos que Italia, los segundos en cada rubro.

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