Caso Valentín Villegas: ayer Valdez dijo que no recordaba haber “matado a un chico”

Franco “El Tuerto” Valdez declaró ante los jueces de la Sala I durante el juicio oral en su contra por el homicidio de Valentín Villegas. El joven está acusado del crimen del adolescente, de 15 años, y también de intento de robo contra Milagros Valentina Palacio, amiga de la víctima.

Ayer, el imputado reconoció que había estado vinculado a “muchos robos” y que debía cumplir con un régimen de conducta en uno de los casos: “debía que ir a una iglesia”. “Tenía una ‘probation’, pero no la cumplí. Caí en la droga y andaba mal. No recuerdo si dictaron una sentencia en mi contra por no cumplir esa condición”, expresó. En 2018, fue sentenciado a un año de prisión condicional por una causa de hurto agravado, al no haber cumplido con ese pacto judicial.

El enjuiciado dijo que había sido internado por su adicción a las drogas hace “tres años atrás”. “Fue a través de un grupo de ‘esperanza de vida’. Me llevaron a un proceso de seis meses”, añadió.

Respecto de la acusación, Valdez expresó que el 21 de octubre de 2018, día del crimen de Valentín, había consumido pastillas “Alprazolam” en su casa. “Llegó mi hermana Alejandra y me mandó a que parchara la rueda de la moto Honda Wave, ya que tenía que ir a trabajar. Yo no quería salir porque estaba mal, estaba drogado”, enfatizó. Contó que había ido después hasta la casa de un amigo, a quien nombró como “Chalau”. “Le pedí que me acompañara a la gomería porque tenía problemas con gente cerca de ahí”, señaló, con referencia a un ataque con arma de fuego que había recibido. Además, explicó que entonces había empeñado su celular para poder tener dinero y pagar la reparación del rodado.

El acusado relató que ambos habían llevado caminando el motovehículo hasta el local, porque “la rueda de atrás estaba pinchada”. A la vez, negó que en ese trayecto cargaba un cuchillo. “No tenía nada. Tampoco ‘Chalau’”, manifestó.

Tras el arreglo, se dirigiría solo hasta su hogar, de acuerdo a su declaración. “Llegué a mi casa y guardé la moto. Después, ya no me acuerdo”, contó. Describió que ese día estaba vestido con “una remera media rosita, con letra blanca en el pecho, un pantalón chupín marrón, medio oscuro, y zapatilla New Balance”, además de una gorra Taylor. El acusado, sin embargo, desconoció la remera, la gorra y el cuchillo secuestrados en los allanamientos y su detención, que fueron mostrados en la audiencia.

“Al otro día, me enteré que me acusaban de haber matado a un chico y que me querían pegar, matar. Mi hermana me preguntó qué había hecho. Había visto una foto en Facebook que decía que había muerto un chico. Luego, fui a la casa de mi abuela en moto, donde me quedé a dormir”, recalcó.