Reconstruyeron la escena del crimen del federal asesinado

Desde las 9 de la mañana de ayer, más de una decena de testigos declararon en el juicio por Pablo Ariel Rebollo, el policía federal que había sido asesinado de un disparo, alrededor de las 15.30, el 15 de noviembre de 2018. Según la causa, el policía se había bajado del furgón en el que viajaba junto a otros efectivos para comenzar con una medida ordenada por la Justicia Federal. En ese momento, se acercaron Juan Manuel Peralta y Lucas Gabriel “Pato Lucas” Albarracín, que circulaban en moto, para asaltarlos. Según los testigos, Rebollo dio voz de alto pero Peralta no hizo caso, y le disparó en la cara, lo que provocó su muerte horas más tarde. Ante esto, uno de los efectivos disparó contra los ladrones: hirió a Peralta y mató a Albarracín.

Ayer, a partir de las 13, reconstruyeron la escena del crimen, medida que fue coordinada por el Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF). La recreación de los hechos se llevó a cabo en la avenida de Circunvalación, entre las calles Cuba y Guatemala, frente Costanera Norte, donde había sucedido el incidente. Estuvieron presentes los miembros de la Sala III en lo penal, Carlos Caramuti (presidente), Dante Ibáñez y Rafael Macoritto; el fiscal de Cámara Mariano Fernández, y los abogados defensores Juan Hermosa, y su hijo Cristian Hermosa.

Participaron y describieron cómo vivieron desde su lugar los hechos, los tres policías federales que habían estado con la víctima ese día, además de otras dos personas que declararon como testigos.

Damián Horacio Gallicchio fue uno de los efectivos que acompañó a Rebollo esa tarde. Este habría sido quien disparó a los motociclistas, después de que uno de ellos le disparara a su compañero, según le dijo a las autoridades en aquel momento. Los oficiales Jorge Fabián González, como copiloto, y Gabriel Augusto Venier, que estaba en otro vehículo como apoyo, fueron los otros federales que participaron de la recreación.

Otro de los testigos, Claudio Esteban Cedrón, un policía de la provincia, relató que ese día había estado en el departamento de su novia, ubicado sobre la calle Cuba. De acuerdo a su testimonio, oyó los disparos, se fijó qué había pasado y bajó para detener al sospechoso, que caminaba a paso acelerado con una herida en la espalda y gestos de dolor.

La última en declarar como testigo fue Analía Montero, una vecina que aseguró haber visto, a menos de 100 metros, al motociclista con un arma en la mano.

“Surgieron una serie de discordancias entre los relatos, por lo que se solicitó la reconstrucción del hecho. Son medidas fundamentales a los fines de tomar la acusación o no, permitiendo tener un real conocimiento de cómo se dieron los hechos. No es lo mismo relatar dentro de la sala de juicio que en la escena de los hechos”, manifestó el fiscal de Cámara, Mariano Fernández.

Hoy, alrededor de las 8, continuarán las declaraciones de testigos en la Sala III.

Según la defensa, hubo contradicciones

“En la reconstrucción quedó clarísimo que los policías mienten”, expresó Hermosa

Juan Hermosa, defensor del imputado Juan Manuel Peralta, explicó que hay inconsistencias y contradicciones en las declaraciones de los testigos. “En la reconstrucción quedó clarísimo que los policías mienten. Ejecutaron a Albarracín antes de identificarse y dejan su homicidio de lado. Están ocultando algo”, señaló el abogado.

“Cedrón, que lo vio desde el edificio, no pudo asegurar que mi cliente llevaba un arma en su mano. Sin embargo, dijo que el muchacho corría y señalaba hacia atrás, donde el policía federal le disparaba a mansalva”, aseguró. Además, indicó que Cedrón estaba a 300 metros del lugar, por lo que no podría haber visto con claridad la situación.

Por otro lado, apuntó contra Analía Montero, quien indicó haber visto al presunto homicida caminando con un arma en la mano. “Ella dijo que vio, a 100 metros, que el chico llevaba un arma descargada, pero eso es imposible”, indicó Hermosa.

Por último, afirmó: “la semana que viene serán los alegatos, y ahí se demostrará que a la testigo le fabricaron las declaraciones para justificar la ejecución cometida por los federales”.