Por Rodolfo Casen
24 Noviembre 2019
IMPACTANTE. En un tramo de la ruta vieja de Río Seco se formó un socavón, cubierto por una correntada.
La feroz tormenta que se desató el viernes a la noche en el sur tucumano causó estragos en varias comunidades y obligó a la evacuación de más de un centenar de personas. Otras se resistieron a abandonar sus casas pese a que éstas permanecían sumergidas en el agua.
Registros pluviométricos revelaron la caída en pocas horas de hasta 200 milímetros de agua en el sector del pedemonte, según indicó a LA GACETA Defensa Civil de la Provincia. “Semejante volumen de líquido causó desastres en varios lugares. De todos modos no hubo víctimas y se evacuó a la gente en situación crítica” dijo Fernando Torres, titular del área.
Los pueblos más afectados por anegamientos de barrios y destrucción de caminos fueron Arcadia, Río Seco, Villa Quinteros, Rumi Punco, Santa Ana y poblaciones ubicadas a la orilla de la ruta 334 que une a La Cocha con Taco Ralo. En éstas últimas, entre ellas El Palancho y Puesto Los Perez quedaron aisladas más de 150 familias a causa del desborde de acequias y arroyos que atraviesan la carretera.
Protesta
En Arcadia , que está al norte de Concepción, los lugareños iniciaron a media mañana una protesta con un corte en el tránsito de la antigua 38. Lo hicieron para exigir la abertura de la calzada a fin de que se pueda escurrir el manto líquido que mantenía anegado al barrio Palo Blanco. “Las aguas bajaron descontroladas desde el cerro y se estancaron a la altura de la ruta vieja, la que se convirtió en una especie de dique. Nosotros ahora estamos sufriendo las consecuencias”, comentó Alberto Jerez, vecino del barrio Palo Blanco, ubicado a la orilla de la carretera. Ahí viven más de 200 familias que perdieron numerosos bienes por el ingreso del agua a sus viviendas y permanecían hasta ayer a la tarde sin luz, ni agua.
IMPOSIBLE DE TRANSITAR. El agua destruyó un camino vecinal.
El comisionado comunal Julio Maturana, en respuesta a los reclamos de los manifestantes , decidió proceder a abrir un canal en la ruta a la altura del barrio inundado. La medida fue respaldada por Torres, de Defensa Civil. “Estamos adoptando esta medida por cuestiones humanitarias. Es necesario que el agua se disperse”, dijo el funcionario. En el mismo pueblo las aguas que descienden del pedemonte socavaron los caminos de accesos a los barrios ubicados a orillas de las vías del ex ferrocarril.
“Necesitamos que venga una máquina y abra la ruta. No podemos seguir con el agua hasta la cintura. Esta situación es inusual y se produce con las primeras lluvias. No sé lo que nos espera para más adelante”, planteó José Véliz. El hombre masticó bronca y angustia en razón de que es un tallerista al que el agua le anegó varios autos que estaban por ser reparados.
En Río Seco la tormenta también provocó el anegamiento de varios barrios. Ahí se evacuaron a unas 50 personas pertenecientes a una comunidad de gitanos. El acceso principal al pueblo debió ser clausurado provisoriamente por el agua acumulada en el sitio. También quedó anegada la estación de servicio YPF. En ese pueblo la policía interrumpió el tránsito por la ruta 38 a causa de un socavón que generó una correntada que desbordó de un canal.
“Llovió mucho y el agua tuvo escaso escurrimiento por el mal estado de los canales de desagües. Aquí hay zona en que el agua superó el metro de altura. Varios vecinos perdieron heladeras, televisores y muebles”, comentó Luis Ruiz.
Torres confirmó que en Rumi Punco (La Cocha) fueron evacuadas dos familias. El Comité de Emergencia de la provincia se instaló en La Cocha y según dijo, desde ahí monitoreaba la situación de todas las comunidades afectadas por los desbordes de ríos, acequias y arroyos. “A la gente de los parajes ubicados a orilla de la ruta 334 que quedó aislada se la comenzará a asistir con mercadería y otras necesidades. Por ahora la situación está controlada y esperemos que no persistan las lluvias intensas a fin de que no se empeore la situación”, advirtió.
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