Notas al margen del juramento

Notas al margen del juramento

 la gaCETA / FOTO DE JUAN PABLO SÁNCHEZ NOLI la gaCETA / FOTO DE JUAN PABLO SÁNCHEZ NOLI
07 Febrero 2019

LOS CUATRO CANDIDATOS ACOMPAÑARON AL ELEGIDO.- El gobernador Juan Manzur apenas deliberó sobre la designación del sucesor de Antonio Gandur en la Corte Suprema de Justicia de Tucumán, pero en ese tiempo corto de enero aparecieron los nombres de otros cuatro posibles candidatos, además del que resultó elegido, el ex fiscal de Estado, Daniel Leiva. Las versiones colocaban entre los “finalistas” al legislador y apoderado del Partido Justicialista, Marcelo Caponio; al funcionario Federico Nazur, y a los camaristas civiles Benjamín Moisá y Marcela Ruiz. Todos ellos asistieron ayer al juramento del vocal designado. Caponio llegó temprano para asegurarse un buen lugar, y la conversación con magistrados, abogados y dirigentes. Moisá se ubicó detrás de la familia de Leiva, junto a Luis Acosta, relator del presidente Daniel Posse: los dos primeros comparten un vínculo de amistad con el ex fiscal de Estado de Manzur. Nazur, por su parte, dio un abrazo caluroso al flamante vocal mientras que Marcela Ruiz tuvo “vista privilegiada” desde su butaca situada en las hileras reservadas para los presidentes de los tribunales inferiores.

NO PODÍAN LLEGAR A ÉL.- La esposa y los hijos de Leiva no sólo quedaron arrinconados por la multitud de asistentes durante el acto sino que, después, tuvieron que esperar un rato largo para abrazar al funcionario. El juez supremo no daba abasto con los saludos y las “selfies”, y se vio demandado en primer término por los políticos, abogados, dirigentes, amigos, sindicalistas y curiosos que lo interceptaron. Finalmente la cónyuge y los tres chicos se abrieron camino, y el grupo familiar completo posó en el estrado (ver imagen).

HASTA “EL FACHA”.- Un juez que observaba el hormiguero humano resumió la convocatoria del juramento de Leiva indicando que había ido hasta “El Facha”, un ordenanza muy popular en los Tribunales. A buen resguardo de las cámaras se sentó el sacerdote Jorge Blunda, pero aún así no pasó inadvertido. Tampoco lo hicieron los jueces civiles que abordaron a Leiva en grupo: se trata de los magistrados que llevan adelante la experiencia de oralidad sin cambio procesal. Todo augura que volverán a verse las caras en poco tiempo, ya para conversar sobre proyectos.

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