Un déficit al que San Martín no le encuentra solución

Un déficit al que San Martín no le encuentra solución

Por no saber cerrar los partidos, el equipo perdió puntos que hoy le permitirían estar mucho más holgado con el promedio del descenso.

A TRABAJAR. En San Martín saben que de la única manera que lograrán revertir el presente es trabajando a consciencia sobre los errores del equipo. la gaceta / foto de Inés Quinteros Orio A TRABAJAR. En San Martín saben que de la única manera que lograrán revertir el presente es trabajando a consciencia sobre los errores del equipo. la gaceta / foto de Inés Quinteros Orio

En el fútbol, como en la vida misma, de nada sirve ponerse a pensar que hubiera sido sí... La realidad es una sola y los números siempre son tan fríos como contundentes. San Martín no la pasa bien por culpa de un cóctel explosivo, conformado por ingredientes varios: errores propios, fallos arbitrales y mala fortuna, entre otros. Lo cierto es que con 17 puntos en igual cantidad de partidos jugados, los dirigidos por Gastón Coyette deambulan por los últimos lugares de la tabla de promedios e imploran por una reacción furiosa, que les permita lograr el objetivo de continuar jugando en la Superliga la próxima temporada.

Mirando la campaña de San Martín en este torneo es imposible dejar pasar por alto un déficit al que no le encuentra solución. En estos dos primeros partidos de 2019, el “Santo” reavivó viejas fallas. Contra Tigre dejó escapar dos puntos en una de las últimas pelotas del juego, y el pasado viernes, vio como Defensa y Justicia le daba vuelta la historia en su propia casa, a falta de 9 minutos para el cierre de la lucha.

“Lamentablemente nos está costando cerrar los partidos. Contra Tigre intentamos poner un defensor pero nos hicieron un gol de pelota parada. También lo intentamos contra Defensa, un rival que juega muy bien y por eso está donde está. Nos costó recuperar la pelota y cuando lo hicimos no pudimos hacer el juego que queríamos”. Tras el juego contra el “Halcón”, Coyette no hizo la vista gorda. Dejó en claro que esa falencia le está trayendo severos dolores de cabeza; mucho más cuando se analiza el tema descenso. Esas unidades que su equipo dejó escapar como arena entre los dedos, hoy le hubiesen otorgado una hermosa bocanada de aire fresco.

Pero claro, no es algo nuevo. San Martín comenzó a sufrir la recta final de los partidos en este arranque de 2019. Fueron cuatro los juegos en los que cedió puntos en los últimos desde que volvió a jugar en la elite del fútbol criollo. Sí, también se les escaparon dos victorias que parecían sentenciadas: vs Unión (en la primera fecha del torneo, aún dirigía al equipo Darío Forestello) y vs Banfield (en el debut de Coyette como DT “santo”).

En total fueron nueve las unidades que perdió en esos juegos; puntos que hoy le hubiesen permitido disfrutar mucho más los juegos de la Superliga y no estar tan apretado por el descenso.

¿Cuál es el problema que hace que falle tanto en los minutos finales? Se trata de una mezcla de factores. El “Santo” peca por no saber defenderse con el balón. En casi todos los casos le entregó campo y pelota al rival y lo pagó carísimo. Además, tuvo mala puntería cuando tuvo oportunidades para meter un gol más y sellar esos resultados. Y lo más importante: juega con la cabeza puesta en el promedio. Tal vez por eso quiere que los minutos pasen a una velocidad cósmica y eso lo lleva a cometer errores y más errores.

Por eso, entre todos los puntos que deberá trabajar Coyette, aprender a cerrar los partidos es una fija. Esa es una materia fundamental en la carrera por asegurar la permanencia.

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