Que un atracón no arruinen los festejos de fin de año

Que un atracón no arruinen los festejos de fin de año

Si hay ocasiones en las cuales se pone a prueba nuestra voluntad para decir “no“ es en las múltiples celebraciones de Navidad y Fin de Año, en las cuales la comida y el alcohol son protagonistas. A la natural tentación que conllevan las mesas navideñas se suma el hecho de que hemos heredado una cultura culinaria hipercalórica, propia de los países del Norte, lejos de nuestros tropicalísimos 40 grados decembrinos. Cómo sobrevivir.

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13 Diciembre 2018

No es el fin del mundo; ni es la última cena. Pero, el ritual que se repite cíclicamente, año tras año, llama a beber y comer sin pausa, como si de fiestas báquicas se tratara. Y el resultados de estas bacanales muchas veces es la imagen de “un alguien”revolviendo el botiquín o codeándose en una guardia hospitalaria con otro parroquiano con el estómago igualmente revuelto. Para que eso no suceda, afirman los que saben, hay una clave fundamental: mesura a la hora de sentarse a la mesa. En eso coinciden gastroenterólogos y nutricionistas, cuando se les piden consejos para disfrutar saludablemente de la mesa de Navidad y Año Nuevo y de las tantas despedidas del 2018, en las que la comida y la bebida siempre son el centro. ¿ Cómo prevenir el contratiempo de un atracón?. No hay recetas únicas, advierte el doctor Abel Novillo, del servicio de Gastroenterología del Sanatorio 9 de Julio. “No es lo mismo para quien tiene alguna enfermedad crónica, o que toma varios medicamentos, o para alguien que sufre síntomas digestivos habituales, que para un joven sano y asintomático; por eso individualizar el problema en el consultorio con su gastroenterólogo es lo ideal; si bien existen antiácidos y proquinéticos de venta libre, y bastantes seguros, si la persona sufre síntomas recurrentes en la esfera digestiva, es preferible consultar para guiar la estrategia y descartar posibles enfermedades causales”, advierte. Pero, como lineamiento general, deja este consejo: “comer de todo, con raciones pequeñas, lentamente para dar tiempo al desarrollo de la saciedad; y, como decían nuestras abuelas “no comer con los ojos”. Hay quienes en la víspera de las mesas festivas se dicen: “hoy ayuno, y mañana me doy con el gusto”. Craso error, enfatiza la médico nutricionista Mariana Camino Villalonga. Su consejo: “no hacer dietas mágicas ni ayunos prolongado los días previos a las fiestas, porque eso facilita los atracones posteriores, y las ingestas copiosas en períodos cortos de tiempo”.

Un problema recurrente en la mesa de los tucumanos es que, con temperaturas de 40 grados, nuestro menú parece inspirado en el de la mesa de Papá Noel. “El consumo de castañas, garrapiñadas, pan dulce, turrones, cerdo, son de muy alto valor calórico, y llevan a que el calor corporal aumente”, apunta Camino Villalonga. Y Novillo suma precisiones sobre los riesgos de ese menú “exportado”. “Si el individuo tiene piedras en la vesícula, el exceso de grasas en el menú le aumentará el riesgo de padecer un ataque biliar (desde un cólico a una pancreatitis), que es un motivo muy frecuente de consulta en guardia”, subraya. “Si hay gastritis crónicas o reflujo gastroesofágico, el exceso de alcohol y alimentos muy condimentados pueden generar consultas también; y los pacientes con colon irritable pueden padecer distensión, cólicos intestinales y cambios del ritmo evacuatorio tras las transgresiones de fin de año”, advierte. “El tucumano come mucho; y muy pesado; y si bien asistimos a un paulatino cambio con la aparición de la comida saludable, esto aún no está generalizado; de todos modos, comidas típicas tucumanas no muy saludables ( empanadas, chorizos, tortillas de grasa, sándwich de milanesa) no son habituales comidas de fin de año. Y como se intenta que sea una comida especial y no de todos los días, es una buena oportunidad para los cocineros de turno de tratar de innovar con alimentos menos calóricos y menos irritantes”. Otra coincidencia entre Novillo y Camino Villalonga: beber abundante agua y evitar el alcohol, en lo posible; o hacelo con moderación. Y, si te has tentado, no conduzcas.

> SÍ

1 - Las estrategias “detox” que encaramos después de cada comida de fiestas son buenas y recomendables; tantos licuados como batidos, ya que aportan agua y fibras que ayudan a la eliminación de toxinas consumidas.

2 - Beber la máxima cantidad de agua posible antes de dormir para reducir la deshidratación del despertar;Tener disponible un vaso de agua fría para paliar la sed y evitar con eso el exceso de alcohol

3 - Beber alcohol con moderación y no conducir si ha bebido aunque sea una copa. Los accidentes de tránsito relacionados con el consumo de alcohol, que se multiplican en las fiestas, son un problema de salud pública.

4 - Atención con las mesas de dulces. preparar pequeñas cantidades que entren en un plato o taza. procurar que ese sea el límite de consumo (un puñado de garrapiñada, una rodaja fina de pan dulce y un bocadito de turrón).

5 - Tratá de privilegiar los frutos secos como postres. Junto con las gaseosas, helados y pan dulce son los infaltables en la mesa familiar argentina, seguidos por sidras y turrones, según la consultora KANTAR (tns).

> NO

1 - No llegues a la comida con el estómago vacío, para que la ansiedad no te juegue una mala pasada. Tratá de consumir durante el día un menú de frutas y verduras, que generan efecto de saciedad.

2 - Aprendé a decir “no” ante una copa de alcohol sin no podés maneja tu ralación con la bebida. Sonará un poco tonto, pero tomate un momento para visualizarte diciéndole “no” a quien te ofrece una bebida.

3 - No llenes demasiado los platos. Solo servite lo que vayas a comer. no vayas picando de la oferta que haya en el centro de la mesa. Así tendrás controlado en todo momento lo que vas a comer y será más difícil excederte.

4 - Evitá que te sobre comida para "el día después". El menú de las fiestas está sobrecargado de grasas, azúcar, sal y calorías vacías. y el calor y las heladeras saturadas juegan en contra de la buena conservación de la comida.

5 - Evitá frituras. Tratá de consumir preparaciones hechas al horno o a la parrilla. Las guarniciones de vegetales frescos son más sanas que las papas o los vegetales salteados. Usá aderezos, aceto balsámico y vinagre. 

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