Los síntomas de la andropausia

Los síntomas de la andropausia

25 Noviembre 2018

> SEXUALMENTE HABLANDO

INÉS PÁEZ DE LA TORRE

Psicóloga

Si respecto de la menopausia aún persiste cierto tabú social que nos impide aceptarla con total naturalidad, como una serie de cambios esperables y evolutivos… con la andropausia –el proceso análogo en versión masculina- el estigma y la negación son más marcados todavía. (Probablemente esto ocurre porque, a diferencia de nosotras, la producción de espermatozoides no se interrumpe, por lo que la fertilidad continúa).

La andropausia comienza a manifestarse a una edad variable –aproximadamente a partir de los 45 años, en adelante- cuando los testículos empiezan a producir un menor nivel de testosterona. Como la menopausia, forma parte del proceso normal del envejecimiento.

Estos cambios hormonales desencadenan una disminución de ciertas funciones fisiológicas que derivan en la aparición de algunos síntomas. Principalmente físicos, pero también con su correlato psicológico: menor masa muscular, aumento de peso, pérdida del cabello, “sofocones” similares a los de las menopáusicas, problemas urinarios, fatiga, insomnio, irritabilidad, cambios en el estado de ánimo, entre otros. Sin embargo, no todos los hombres experimentarán la lista completa. Y más de uno casi no se verá afectado.

Pero a veces será necesaria la consulta a un profesional especializado –un andrólogo- para evaluar la posibilidad de realizar un tratamiento de reemplazo hormonal (teniendo en cuenta la severidad de los síntomas, los niveles de testosterona, los riesgos que esto implica según la condición clínica del paciente, etcétera).

Quizás la mayor preocupación masculina respecto de una menor producción hormonal se centra en sus posibles efectos sobre la función sexual: disminución del deseo –no olvidemos que la testosterona es considerada “la hormona del deseo”-, dificultades eréctiles, períodos refractarios más largos (esto es: el tiempo fisiológico necesario para ser capaz de responder a un nuevo estímulo sexual después de una eyaculación), reducción o ausencia de erecciones matinales, menor volumen eyaculatorio, orgasmos menos intensos. Una vez más: estos efectos no se dan todos juntos ni en todos los hombres. (Y la pastillita azul, como es sabido, ha modificado el panorama respecto de los problemas eréctiles).

Por otra parte, no es menor la influencia del estado de salud general de la persona, sus hábitos, los patrones sexuales previos y hasta la actitud frente a la vida. En este sentido, todos conocemos hombres y mujeres que tienden a identificarse demasiado rápido con los “achaques” (de cualquier tipo, no solo los sexuales). Como si, aunque resulte difícil de creer, encontraran una suerte de zona de confort en convertirse en “viejos”, o por lo menos de comprensión en el entorno, de comodidad.

Afortunadamente, también existen muchas otras personas que, en cambio, cultivan un espíritu capaz de desdramatizar y tomarse con sentido del humor las cuestiones inevitables que vienen con la edad. Algo que, sin duda, los mantiene de alguna manera siempre jóvenes, más allá de la edad que tengan.

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