21 Octubre 2018
Una mujer fue aprehendida el viernes durante un allanamiento de la Policía. Los uniformados tenían previsto secuestrar una cartera y dos motos robadas, pero se toparon en una vivienda de la capital donde había cocaína de alta pureza.
En el marco de investigaciones por robos y arrebatos, entre otros hechos delictivos ocurridos en la ciudad en los últimos meses, la Justicia ordenó el allanamiento en una casa ubicada en un pasaje sin nombre, entre las calles Santa Fe y Marcos Paz. Allí, los efectivos de la fuerza de seguridad no se encontraron con “motoarrebatadores”, pero sí hallaron 35 cartuchos de revólver calibre 22 largo; $ 15.000; una motocicleta de 110 centímetros cúbicos de cilindradas; y 145 bochitas de “alita de mosca”, una de las versiones más puras de cocaína que se puede encontrar en el mercado local.
De acuerdo con los datos de la pesquisa, la mujer sería propietaria de la vivienda allanada y pareja de un preso del penal de Villa Urquiza.
La Fiscalía Especializada en Robos y Hurtos N° 2, a cargo de Washington Navarro Dávila, solicitará en los próximos días la detención de la mujer. También se declarará incompetente respecto del caso de droga. Si ello ocurre, la causa pasará directamente a la órbita de la Justicia Federal, según informaron fuentes judiciales.
En total, la Policía realizó el viernes ocho allanamientos en diferentes puntos de la capital de la provincia. A partir de esos procedimientos, se secuestraron más armas, balanzas de precisión, y envoltorios de marihuana y cocaína, según fuentes oficiales.
Cuatro celulares
Dos jóvenes fueron aprehendidos ayer, tras el ataque a una mujer en la intersección de calles Crisostomo Álvarez y Entre Ríos, en barrio Sur.
Según fuentes policiales, la mujer denunció que un hombre, que llevaba un casco y se movilizaba en una motocicleta de baja cilindrada de color negro, le arrebató de manera violenta una cartera negra de cuero. La víctima describió que llevaba en el interior del bolso un teléfono celular, su DNI y tarjetas de crédito, entre otros elementos. El sospechoso huyó a toda velocidad.
Gracias al sistema de posicionamiento satelital (GPS) con que cuenta el celular se logró determinar la ubicación del arrebatador. Cuando circulaba por la avenida Roca, entre 9 de Julio y Buenos Aires, el jefe de la Comisaría 2ª, Alfredo Díaz, y al oficial principal, Marcos Marcial, se interceptaron al desconocido, quien estaba acompoñado por otro sujeto.
Los policías pararon a los dos sospechosos en avenida Roca al 500. Uno de los jóvenes cargaba en el bolsillo del pantalón cuatro celulares. Uno de los aparatos respondía a la descripción del equipo de telefonía que había brindado la denunciante unos minutos antes.
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