“Los dispositivos son los que hoy potencian el encuentro”

En Tucumán, plataformas como Tinder, Happn, Match y Badoo, se usan cada vez para concretar citas. El psicoanalista Gabriel Artaza Saade, autor del libro “Una nueva virilidad: y otros ensayos sobre sexo y la época”, habla sobre esta tendencia.

- ¿En qué creés que se basa el éxito de estos sitios?

- Pienso que uno de los factores que impulsa a mucha gente a usar estas plataformas es el hecho de que no quieren asumir riesgos en el amor. En esta búsqueda de alguien a “medida” uno lo que busca es arriesgarse menos. El tema es que en el amor siempre se corren riesgos; existe la posibilidad de perder. De todas maneras, no creo que haya que juzgar críticamente a las aplicaciones para conocer gente porque, en definitiva, responden a un modo de comunicación de esta época; la gente se comunica a través del celular y estos dispositivos son los que hoy permiten el encuentro.

- Entonces, ¿no podemos hablar de buenas o malas relaciones por falta de compromiso?

- No hay que juzgar si serán buenas o malas relaciones las que nacen en estas plataformas. Hoy todos conocemos casos de parejas que se conocieron en una app, se casaron, tuvieron hijos y son felices. Y hay otras que fracasaron. Antes también había éxitos y fracasos cuando la gente solía conocerse en un baile o por un amigo en común que los presentaba. Lo que sí creo es que hay que estar atentos a los peligros y engaños que pueden ocurrir porque hay quienes dan datos falsos.

- Hay quienes aseguran que eligen estas aplicaciones porque los ayuda a vivir su vida amorosa más libre y sin prejuicios ¿Es cierto?

- Sí, mucha gente en estos sitios se permite liberar de sus prejuicios. El uso de redes ayuda, por ejemplo, a quienes tienen inhibiciones e inconvenientes para un primer acercamiento. Les facilita el encuentro porque pueden conversar con otra persona inicialmente sin poner el cuerpo. Otra cuestión es esta: en el amor siempre hay fantasías en juego. Las redes y aplicaciones explotan y sobredimensionan las fantasías, lo cual por un lado es favorable a la imaginación… Sin embargo, las relaciones no se construyen solo con fantasías.

> Cómo funcionan los algoritmos
Los algoritmos del amor en las apps de citas funcionan así: buscan la similitud entre características e intereses de dos usuarios (apariencia, estilo de vida y valores de quien busca; descripción propia; lo último que leíste, entre otras cosas). Algunos sitios cruzan datos con otras redes sociales y permiten elegir fotos desde Facebook. El sistema - además de “matchear” compatibilidades - permite a los usuarios recurrir a los filtros de búsqueda para, por ejemplo, usar palabras claves en la búsqueda de pareja (por ejemplo “músico”, “deportes”, etcétera). Una vez que aparecen las opciones los usuarios pueden dar “like”. Si el me gusta fue recíproco, se activa un chat.

> Qué es lo que más buscan
La belleza no es una prioridad para los usuarios de sitios o apps de relacionamiento, pues según una encuesta para 78% el criterio más buscado en una pareja es que la otra persona tenga los mismos valores, mientras que para el 61% lo primordial es la inteligencia, 57% prefiere alguien con quien mantener una buena charla 17% busca a alguien que tenga su misma situación financiera, y el 42% afirmo buscar a alguien por su belleza, enumera Valeria Schapira. Una vez que se ha establecido el contacto, 25% de los encuestados dijo que saldría con una persona que conoció a través de un sitio o app después de una semana, 11% luego de un mes y sólo 5% lo haría el mismo día, esto a pesar de que 55% lo haría dependiendo de cada caso.

> El nuevo diccionario del amor

Ghosting.- Viene de ghost, fantasma. Se produce cuando esa persona con la que estás saliendo, inesperadamente se queda en “modo silencio” sin decirte absolutamente nada.

Swiping.- El deslizamiento que se hace sobre los perfiles de los posibles candidatos.

Matchear.- Aprobación para empezar a hablar con el/la interesado.

DLR o Definir La Relación.- Hace relación a la acción de iniciar la famosa charla que está referida a definir hacia dónde se dirige la relación entre dos personas.