Cría a campo, comiendo gramíneas perennes estivales

Cría a campo, comiendo gramíneas perennes estivales

El plantel ganadero consta de 90-100 vientres y 10 toros adultos.

EN LEALES. El ingeniero Holgado también disertó en el encuentro ganadero.  EN LEALES. El ingeniero Holgado también disertó en el encuentro ganadero.
12 Mayo 2018

El plantel de ganado Bovino Criollo existente en el INTA de Leales (Tucumán) se formó en el año 1959. Sus orígenes fueron animales introducidos del Chaco Salteño, de diferentes localidades, que posteriormente se fue enriqueciendo con la incorporación de animales de otros lugares del país. Estas introducciones tienen como objetivo conservar la mayor riqueza genética posible, evitando niveles excesivos de consanguinidad en el rodeo.

Es importante hacer algo de historia y decir que “en Leales empezamos a trabajar con una línea de investigación con Cebú Nelore, y que el criollo fue un testigo para los cruzamientos que realizábamos”, dijo Fernando Holgado, investigador del Iiacs a cargo del Banco Activo Bovino Criollo Argentino del INTA Leales.

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“Este testigo nos mostró características importantes, por lo que empezamos a usarlo para mestizar e incorporar los beneficios que observábamos en ese testigo. Es por ello que, en el año 2009, directamente empezamos a trabajar con esta raza y formar la unidad de producción del bovino criollo”, recordó. Es por ello que nos asignaron 181 hectáreas para llevar adelante este plan de trabajo, dijo.

Actualmente, el plantel está compuesto por 90-100 vientres y 10 toros adultos. La cría se realiza totalmente a campo, con una alimentación basada únicamente en el uso de gramíneas perennes de crecimiento estival (C4). Por lo tanto, la alimentación invernal se basa en el consumo de forrajes diferidos de baja calidad. Solamente las terneras de destete reciben, durante el primer invierno, una suplementación equivalente al 0,5% de su peso corporal.

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El servicio se realiza a campo, en lotes de 30-35 vientres y 1 toro. Se emplean tres toros por año, teniendo en cuenta el grado de parentesco entre los animales. El entore se realiza en los meses de diciembre, enero y febrero. El destete en mayo. La vaquillona recibe su primer servicio a los 27 meses. Las crías se identifican y pesan al nacimiento y al destete.

Realmente, los resultados a veces nos sorprenden, ya que “tenemos un porcentaje de preñez del 94% y una tasa de abortos variable según como se comporta el año”, pero con una tendencia a disminuir. Además, vemos que tenemos una mortalidad baja.

“El Bovino Criollo es de manejo simple, con altos índices reproductivos y productivos, realizando una carga acorde a la receptividad del campo y a una estrategia de ajuste. Realmente, vemos que en el país el destete tiene un promedio del 60%, mientras que el criollo tiene en Leales valores del 90%. El problema que tenemos es que el criollo tiene un alto potencial de producción, pero una escasa difusión y en eso debemos trabajar”.

En nuestro NOA, Holgado reconoció que hay prejuicios que debemos disminuir y que se conozca los beneficios de esta raza. Es por ello que sólo persiste como ganadería serrana, que tiene un manejo complicado, y por ello este animal tiene castigos comerciales en general.

“Debemos cambiar la imagen del criollo y estamos en eso, trabajando en preservar las virtudes de esta raza, y difundirla”.

Sin duda que, “la mejor forma de conservar un recurso genético como éste es utilizarlo, qué conjuntamente con la difusión, es nuestro objetivo”, concluyó.

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