Soplan vientos de crecimiento para América Latina

De Emilio J. Cárdenas, ex embajador argentino en ONU.-

Según estima el Fondo Monetario Internacional (FMI), el mundo crecerá con firmeza en los dos próximos años. En 2018 y en el 2019. A un ritmo promedio del 3,6% en el 2018 y a uno del 3,7% en el 2019. Tasa que, para el mundo en desarrollo, será del 4,6% en el 2018 y del 5% en el 2019. La apuesta optimista de edifica en esperar que haya un crecimiento importante tanto en Rusia como en China y Brasil. Para América Latina el pronóstico del organismo internacional no es, sin embargo, tan atractivo, desde que se limita a estimar un crecimiento del orden del 1,2% para el año en curso y del 0,9% para el 2019.

La clave parecería estar en la tracción que de pronto ejerza la economía del Brasil, que está saliendo del desalentador proceso recesivo, que fuera el predominante en los dos últimos años. Presumiblemente como consecuencia de la devaluación del real. Y de una menor contracción de la demanda interna.

En ese escenario, la reactivación argentina puede impulsar un crecimiento del 2,5% del Producto Bruto Interno (PBI), que se mantendría todo a lo largo de este año impulsado por la inversión esperada en el capítulo de las obras públicas y el crecimiento de sus exportaciones tradicionales. En lo que podría ser un crecimiento de la economía argentina proyectado en un 2,3% para este año.

Chile, Colombia y Perú seguirán con su actual ritmo de crecimiento, con una tendencia clara hacia incrementarlo lentamente.

La gran excepción a lo antes descripto es el gigantesco desastre venezolano, provocado por la castrante epidemia bolivariana, que desde el Fondo Monetario Internacional se calcula en una nueva contracción de su PBI. Este año ella podría ser, se dice, del orden de un 12%. Enorme, en consecuencia. También se espera una retracción de la economía ecuatoriana, producto del caos generado por la pasada y nefasta administración de Rafael Correa, de profesión, créase o no, economista.