Aceites lubricantes: minerales, sintéticos y semisintéticos

El aceite es la vida del motor. Esta frase tan usada y gastada como cierta, no siempre se tiene en cuenta al momento del cambio del lubricante, sobre todo cuando el bolsillo aprieta. Y es que, como en muchas otras cosas del auto, un aceite de mejor calidad como los sintéticos suelen ser mucho más caros que los minerales o regulares. Sin embargo, y al menos en esta cuestión vital para la durabilidad del auto, no es un buen negocio pensar en el inmediato plazo: un aceite de mala calidad o uno que no esté indicado para tu vehículo puede causar daños que, a la larga, costará mucho más reparar.

Buenas marcas, aceites nuevos (no reciclados) son las primeras bases para conseguir una lubricación adecuada. Lo que sigue es elegir entre las tres clases de aceites que se comercializan: mineral, semisintético y sintético. El precio y la calidad ascienden en ese orden.

El aceite mineral es el más económico y se obtiene de la destilación del petróleo bruto. El sintético es el más caro ya que para obtenerlo se necesitan complejos procesos químicos, pero ofrecen mejores niveles de protección. En el medio están los semisintéticos, quizás los más usados, que son una mezcla de ambos y tienen un precio intermedio.

Nuevamente, el tema de los costos hay que calcularlos respecto de varios factores, pero principalmente de la durabilidad de cada aceite. Un sintético permite intervalos de cambio largos: de 8.000 a 11.250 kilómetros, comparado con 4.800 para un aceite regular, según informa la página oficial de ELF.

Más allá de cualquier consideración, lo principal es hacerle caso al fabricante del vehículo respecto de cuál lubricante usar. Cada automotriz trabaja y testea ciertas marcas de lubricantes y siempre recomiendan usar determinadas marcas, tipos y grados. El error más frecuente es hacer caso omiso de esas recomendaciones y elegir el lubricante en base a su menor precio, lo cual puede traer graves consecuencias.

Ventajas del sintético

1. Alarga la vida útil del motor. Por su menor coeficiente de fricción interna, se reducen los rozamientos, minimizando el desgastes de los componentes. Además, los lubricantes sintéticos mantienen más estable su viscosidad en todo rango de temperaturas.

2. Sacan el máximo provecho de la potencia del motor. Al disminuir los rozamientos, los esfuerzos que tiene que realizar todas las partes del motor son mucho menores, con lo que se consigue aprovechar al máximo su potencia.

3.Reducen el consumo de aceite. Son lubricantes menos volátiles que los aceites minerales, reduciendo así los consumos de aceite a altas temperaturas.

4. Ahorran combustible. La disminución de los rozamientos hacen que los esfuerzos del motor sean menores en todo momento, reduciendo el consumo.

5. Contaminan menos. La menor cantidad de aditivos necesarios para su fabricación y el mayor intervalo de recambio suponen una menor cantidad de residuos generados en el aceite usado.

6. Prolongan la vida útil del catalizador. La reducción de las partículas contaminantes que supone el uso de los lubricantes sintéticos, repercute directamente en la mayor duración de los catalizadores, ya que este elemento es fácilmente contaminable con las impurezas que se generan en la combustión.

Limpia inyectores 

Los combustibles pueden contener impurezas que poco a poco van tapando los pequeños orificios de los inyectores. Los limpiainyectores son aditivos que se agregan al combustible periódicamente para “destrancar” esos orificios. 

Líquido refrigerante 

A corto y a largo plazo es indispensable usar líquido refrigerante y nunca agua sola para el motor. A corto plazo, porque previene recalentamientos y, a largo plazo, porque impide que los componentes del motor se oxiden.

Máxima compresión 

Aditivo antidesgaste para agregar al aceite. Refuerza la protección contra la fricción y el desgaste, reduciendo el consumo de aceite, sobre todo en motores con mucho kilometraje. Además, mejora el sellado entre aros y camisas y disminuye la contaminación.