La Puna es la nueva ruta de la marihuana paraguaya

La Puna es la nueva ruta de la marihuana paraguaya

Gendarmería secuestró más de media tonelada de la droga en menos de 18 meses. Los traficantes eran bolivianos que utilizaban camionetas chilenas robadas. Operativos a más de 3.000 metros.

PRUEBA. La última vez secuestraron 149 kilos en medio de la cordillera.  PRUEBA. La última vez secuestraron 149 kilos en medio de la cordillera.
10 Septiembre 2017

En medio de volcanes, cruzando enormes salares y desiertos áridos ubicados a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar, el narcotráfico encontró una nueva ruta para comenzar a trazar a través de la puna salteña. Más de media tonelada de marihuana se secuestró en los últimos 18 meses.

“Que haya más de un caso en ese lugar demuestra que es una ruta nueva”, señalaron desde la Justicia Federal de Salta, la que intervino en los cuatro episodios que se registraron en el último año y medio.

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Al oeste de la provincia de Salta, en el departamento de Los Andes y en plena zona cordillerana se encuentra el paraje La Ollada. Fuentes judiciales describieron al lugar como un sitio inhóspito donde no hay turismo, sólo tránsito del personal de compañías mineras, que tampoco son muchas. Como el tránsito de los vehículos de las mineras es siempre durante el día, el ver o escuchar el ruido de algún motor después de las 18 ya despierta sospechas.

Sólo hay un paso habilitado para pasar a Chile en la zona y es el de Sico, pero los secuestros y detenciones se produjeron lejos de allí. El problema es que la geografía permite que haya muchos caminos alternativos no autorizados, como también sectores como los salares, en donde simplemente se puede transitar sin que exista una huella demarcada, como el salar del Llullaillaco, que está en la frontera con Chile con el volcán como límite natural.

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En los últimos 18 meses se registraron tres procedimientos importantes de secuestro de droga y un episodio particular, pero con características que hacen que la vinculación con el narcotráfico sea inevitable.

Fue el personal del Escuadrón 22 de San Antonio de los Cobres el que detuvo el 18 de marzo de 2016 a una camioneta, que circulaba con las luces apagadas, según revelaron fuentes de Gendarmería. En ella se encontró 346 kilos de marihuana. Por este caso, fueron condenados los bolivianos Herminio Bartolomé Mercado y Mario Dimas Bernal Urrello.

En agosto de 2016 una camioneta Toyota fue encontrada enterrada y tapada con tolas (vegetación típica de la Puna) y piedras cerca del volcán Llullaillaco. Días después

Días más tarde, el 19 de agosto de 2016, en el mismo punto sobre la ruta provincial 163 a la altura del paraje “La Ollada”, Gendarmería detuvo a una camioneta Nissan, en la que secuestró 109 kilos de marihuana, y detuvo a dos ciudadanos bolivianos.

El último caso se produjo el 1 de septiembre, pero en un lugar diferente a los anteriores, en el límite internacional fronterizo con Chile entre el salar del Cerro Pular, próximo al volcán Aracar. Allí, a 4.600 metros sobre el nivel del mar, se decomisó 149 kilos de marihuana y detuvo a un ciudadano de nacionalidad boliviana que conducía una camioneta Ford con patente chilena.

Los cuatro sospechosos huyeron cuando observaron a los gendarmes. Sólo se pudo detener a uno de ellos y nada se sabe aún de sus cómplices, que están perdidos en medio de la nada. El lugar más próximo está a cuatro horas en auto. Huyeron en mangas cortas porque venían con calefacción. Esa noche, la temperatura era de 18 grados bajo cero. Muchos dudan de que aún estén con vida.

Similitudes

En los cuatro episodios hay patrones comunes. La droga secuestrada siempre provenía de Paraguay y su destino era Chile. Los arrestados eran bolivianos que conducían camionetas chilenas robadas, utilizaban apenas un GPS y un teléfono satelital.

Las dificultades del terreno los obligan a utilizar ese tipo de vehículos y suelen circular de noche porque la visibilidad nocturna en esa zona es muy buena sólo con el reflejo de la luz que irradia la luna. Por ello se conducen con las luces apagadas y tapan las luces de posición y freno con cinta adhesiva para que no se las vea cuando frenen.

La Justicia investiga dos puntos de ingreso al país: uno por el chaco salteño (Rivadavia Banda Norte) en la frontera con Paraguay, que implicaría que desde ahí llegan a la puna y bajen hasta posibles pasos en Llullaillaco; mientras que el otro implica el ingreso por el límite entre Bolivia y Jujuy y su posterior seguimiento hacia el sur por la cordillera hasta la zona de Socompa, donde hay muchos pasos no autorizados para cruzar a Chile.

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