La última vez, mi brazo fue como su bastón

La última vez, mi brazo fue como su bastón

Nos encontramos, como casi era frecuente, pero casual, en la esquina de San Martín y Laprida y caminamos juntos hasta la puerta de San Martín 251.

Es probable que haya sido una de sus últimas salidas diarias por el centro tucumano. Fueron los primeros días de este tórrido mes de enero que hoy se nos va. Nos encontramos, como casi era frecuente, pero casual, en la esquina de San Martín y Laprida y caminamos juntos hasta la puerta de San Martín 251. Tal vez, fue el día del Adiós con el “tío”, como yo lo llamaba cariñosamente desde que fuimos compañeros de trabajo en la corresponsalía local de la agencia de Noticias Télam y también en LA GACETA.

Subí al ascensor hasta llegar a mi laburo, en Radio Nacional. De verdad, quedé pensando en lo que sucedió en el trayecto. “Dardo se apoyó en mi brazo y no paro de hablar de política, como era habitual, pero la primera vez que necesitó de ese bastón que significó mi brazo derecho. Chau sobrino, me dijo con su casi imperceptible voz, deteriorada por su estado de salud y siguió su camino hasta la calle Balcarce, su casa. También me habló de la necesidad de acompañar a Coco (Quintero) para hacer crecer nuestro Círculo de la Prensa”.

Se nos fue el “Turco” Dardo Oscar Nofal. Un apasionado del periodismo, de River Plate, del radicalismo y de sus convicciones. Seguro que los que ya “peinamos canas” lo extrañaremos… por todo eso, por su bonhomía y por ser como era… simple y sencillo, como son los grandes maestros de la pluma y la palabra.

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