Reflotan el parque que soñó Miguel Lillo

Reflotan el parque que soñó Miguel Lillo

Se lo presentó como “Parque del Bicentenario” y la primera etapa abarca 77.000 hectáreas, pero esperan que llegue a tener 200.000 Esta área natural absorberá al parque Nacional Los Alisos. Contiene varios ecosistemas, desde la selva hasta los picos nevados. Proyecciones.

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22 Diciembre 2016

El año del Bicentenario dejará como legado natural y cultural la creación de una gran área protegida: el Parque Nacional Aconquija. Un anhelo que se gestó en 1914, pero que 102 años después se convirtió en realidad. “Es lo que Miguel Lillo siempre soñó y nunca pudo cumplir en vida”, sintetizó Emiliano Ezcurra, vicepresidente de la Administración de Parques Nacionales. 


La idea surgió en 1914 -motivado por la cercanía del Centenario de la Independencia- y su ferviente defensor fue Miguel Lillo (1862-1931). El naturalista argentino consideró conveniente establecer el área protegida al sur de Tucumán, argumentando que allí se encontraba la vegetación forestal más exuberante del país y las posibilidades máximas de proteger la copiosa vegetación selvática y las principales cuencas hídricas de la provincia, según reza el proyecto. Cien años después, Miguel Camel Nacul (ex diputado nacional y creador del parque Nacional Los Alisos en 1995) desempolvó la idea. Contó que las primeras charlas arrancaron en marzo, que la Fundación Miguel Lillo le dio apoyo científico al proyecto y que entraron en contacto con Parques Nacionales por gestión del tucumano José Cano, titular del Plan Belgrano.

Según explicó Nacul, el parque se irá concretando en etapas hasta abarcar una superficie de más de 200.000 hectáreas: desde la selva de yungas, a las nieves de las cumbres del Aconquija. Esta primera tendrá una extensión de 77.000 hectáreas, y para ello se adquirirán campos hacia el norte y hacia el sur del parque Nacional Los Alisos (ver recuadros).

La meta es reestablecer el hábitat y volverlo a las condiciones naturales que tuvieron. “Se prevé la reinserción de especies extintas (tapir y yaguareté), pero además generar una actividad económica sustentable porque atraerá a los turistas”, indicó.

En un futuro - agregó Nacul- se le sumarán las reservas provinciales de Santa Ana, Quebrada de Los Sosa y La Florida. Insistió en que estas reservas provinciales integrarán el área protegida, pero la Provincia no cederá su jurisdicción sobre ellas, sino que formarán parte de “un sistema de manejo de conservación coordinado con Parques Nacionales y la Provincia”.

Ezcurra mencionó que en agosto se reunieron con el gobernador, Juan Manzur; y con el ministro de Producción, Juan Luis Fernández. Luego, con legisladores oficialistas y de la oposición. “Esto es para todos los argentinos sin banderías políticas”, sostuvo.

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Los pasos

Primero hubo un trabajo arduo y minucioso para convencer a los propietarios de ceder sus tierras ante escribano público. Esas parcelas -agregó Nacul- serán adquiridas con cargo por una fundación extranjera y cedidas a la fundación Flora y Fauna Argentina. “Los campos serán donados a la Administración de Parques Nacionales, como ya se hizo con Iberá y Parque Patagonia”, añadió. La inversión -precisó- para esta primera etapa es de 22 millones de dólares. “También se canalizarán donaciones para caminería, cartelería, sitios de avistajes de flora y fauna, merenderos, baños”, completó.

Ezcurra adelantó que se necesita que la Legislatura de la provincia transfiera, por ley, la jurisdicción ambiental de esas tierras. “Solo ambiental, no hay cesión de autonomía”, aclaró. Cuando se donen los campos se presentará al Congreso la ley de creación del Parque Nacional Aconquija, que aceptará la cesión de jurisdicción realizada por Tucumán y la donación de las tierras efectuada por la Fundación. Este trámite no puede durar más de cinco años, según figura en el texto de cesión de la jurisdicción.

El proyecto también reconoce el dominio a favor de las comunidades originarias de esas tierras. Incluso, detalla lo necesario para la concreción de las obras para el aprovechamiento hidroeléctrico y de riego, que permitirá la construcción del dique Potrero del Clavillo. Este inmenso parque -destacaron- será un polo turístico de relevancia, que estará al nivel del Impenetrable (Chaco) e Iberá (Corrientes).

El anuncio de la creación del Parque del Bicentenario (en realidad Parque Aconquija) lo realizó ayer el presidente, Mauricio Macri, junto al gobernador, Juan Manzur, desde la Quinta de Olivos. Fue en el marco de la conferencia por la reciente incorporación del limón tucumano al mercado de Estados Unidos.

También se encontraban Sergio Bergman, ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable; Julio Martínez, ministro de Defensa, y Eugenio Bréard, presidente de Parques Nacionales.

“Este proyecto viene a cumplir un rol clave en la protección de la biodiversidad de la selva de yungas, esa gran esponja natural que regula los recursos hídricos para las actividades humanas vinculadas al consumo de agua. Del mismo modo, potenciará al turismo incrementando las áreas destinadas al uso público y ampliará la protección cultural de sitios arqueológicos como La Ciudacita”, expresó Bréard.

La cesión de jurisdicción ambiental por parte de la provincia de Tucumán, acompañada por una ley de aceptación del Congreso de la Nación, establecerá tres nuevas áreas núcleo nacionales en el faldeo del Aconquija: dos, ampliando significativamente hacia el sur el Parque Nacional Campo de los Alisos -que pasará a ser portal-, asegurando así la conservación de importantes cuencas hídricas de la provincia, y un área núcleo en el norte del gran Parque Nacional proyectado, representada por la Quebrada del Portugués, cedida por el Ministerio de Defensa.

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