Richard Ford

Richard Ford

Este año ganó el prestigioso premio Princesa de Asturias y es el único escritor galardonado simultáneamente con un Pulitzer y el premio PEN/Faulkner. Para algunos es el mayor narrador norteamericano vivo. Sin dudas, uno que ayuda a entender las facetas menos comprendidas de su país. Frank Bascombe, su personaje más célebre, probablemente habría votado a Trump. El periodista deportivo, primer libro de la trilogía que lo tiene como protagonista y que acaba de ser reeditado en la Argentina, fue elegida como una de las 100 novelas del siglo por la revista Time

AQUELLA VEZ, CUANDO DECIDIÓ QUE SU VIDA SERÍA OTRA. A los 23 años Ford (hoy tiene 72) se hizo a amigo de Raymond Carver, y cambió su proyecto de ser abogado del Ejército por el de escribir. Desde ese momento se dedica a hacerlo en serio.  AQUELLA VEZ, CUANDO DECIDIÓ QUE SU VIDA SERÍA OTRA. A los 23 años Ford (hoy tiene 72) se hizo a amigo de Raymond Carver, y cambió su proyecto de ser abogado del Ejército por el de escribir. Desde ese momento se dedica a hacerlo en serio.
18 Diciembre 2016

Por Verónica Boix - Para LA GACETA - BUenos Aires

Quiso ser escritor pero se dedica al periodismo deportivo. Ácido y tierno. Lo que todos viven de manera convencional, él lo vuelve extraordinario. Sus diálogos captan el machismo y el miedo a las diferencias raciales que laten bajo el norteamericano blanco de clase media. Siempre políticamente incorrecto. De haber sido real, Frank Bascombe probablemente habría votado a Donald Trump. Por suerte, es hijo de la imaginación del escritor Richard Ford. Y, claro, solo habita la trilogía que se inicia en El periodista deportivo, una de las cien novelas clave del siglo XX según Time, que acaba de publicar nuevamente Anagrama en una edición de lujo.

Ni alter ego, ni máscara, ni provocación, Frank Bascombe, encarna las preocupaciones y temores de Ford, de ninguna manera habla por él. A los 23 años Ford se hizo a amigo de Raymond Carver, y cambió su proyecto de ser abogado del Ejército por el de escribir. Desde ese momento se dedica a hacerlo en serio. En estos días, luego de seis novelas, tres libros de relatos y las memorias breves de Mi madre, ganó el Premio Princesa de Asturias.

Si en sus dos primeras novelas -Un trozo de mi corazón (1976) y La última oportunidad (1981)- se mantiene en terreno seguro, entre la narración de Flannery O´Connor y las elipsis de Ernest Hemingway, con El periodista deportivo arriesga un tono más personal; pone en acción el cinismo y renueva la tradición de la narrativa norteamericana. Menos corrosivo que Philip Roth, pero igual de perspicaz, enturbia el sueño americano. De esa manera nace Frank Bascombe, el periodista por descarte capaz de decir cosas como “Después de todo, no actuamos sobre verdades sino sobre potencialidades. La verdad en exceso puede ser peor que la muerte, y dura mucho más”.

Estilo propio

No por casualidad a Ford le gusta repetir que la relación que tiene con sus personajes no se parece a la que tiene con una persona real. Sin planearlo, Bascombe se vuelve el centro de El día de la independencia, la novela que convierte a su autor en el único en ganar, al mismo tiempo, el Premio Pulitzer y el PEN/Faulkner. El final de la trilogía llega en el 2006 con Acción de gracias. Suele decirse que los mejores personajes de ficción son aquellos que muestran la condición del ser humano. Si dentro de esa condición están incluidos los aspectos incorrectos y oscuros, a lo largo de las tres historias Bascombe demuestra que es un buen ejemplo. Tal vez por eso, diez años más tarde, regresa en Francamente, Frank, una serie de cuatro relatos largos o nouvelles que lo tienen por protagonista.

Podría pensarse que el personaje se apropió de Ford, sin embargo alcanzan dos ejemplos para mostrar que no es así: Incendios (1990) y Canadá (2012). Cada una de ellas es una suerte de novela iniciática y consagración de un estilo: la mirada se entorna, abre ventanas y muestra en la escritura el todo a partir de las sombras.

En ese sentido, la hazaña de Ford no es haberse dejado sorprender por su personaje de ficción, ni haber convertido la vida de Bascombe en un mundo excepcional a partir de momentos ordinarios, como una charla con un hijo, un viaje en auto o un desayuno en un hotel. Lo realmente sorprendente anida en su escritura: atrapa en capas de lenguaje el rastro de humanidad que subyace a cualquier idea miserable. Y viceversa.

© LA GACETA

Verónica Boix - Periodista cultural

Publicidad


PERFIL

Richard Ford nació en Jackson (EEUU), en 1944. Es profesor de escritura en la Universidad de Columbia. Después de trabajar como columnista de deportes en The New York Magazine Inside Sports, publicó El periodista deportivo, novela que fue elegida por la revista Time como una de las cinco mejores de 1986. El libro inició una célebre trilogía que sería completada con El Día de la Independencia (1995) y Acción de gracias (2006). 

Publicidad
Comentarios