Corrió tres horas sin silleta

Llevan el mountain bike en la sangre, por eso viven cada carrera como si fuese una fiesta, una reunión familiar, un evento social, de esos que les llenan el alma.

“El grupo de la rotonda” nació hace 18 años, cuando unos cuantos bikers “locos” decidieron reunirse en la zona de El Cristo, ubicada en avenida Aconquija y Camino del Perú. Allí comenzaron los sueños de muchos; y la pasión de todos se hizo cada vez más fuerte.

“Comenzamos a juntarnos para ir a andar en bicicleta y nos terminamos haciendo muy amigos. Este deporte es una pasión y así los sentimos todos. Por eso nos juntamos a comer periódicamente, para charlar sólo de mountain bike”, explica Rodolfo López, quien junto a Hugo Marcantonio se consagraron en la categoría Master D-2. “Fue una de las carreras más duras que corrimos. Tuvimos muchos problemas técnicos, pero nos sobrepusimos. A Rodolfo se le rompió el caño de la silleta por lo que tuvo que venir parado las últimas tres horas, con 67 años. Es un héroe, hasta el hombro se le salió al final”, agregó Marcantonio.

El “Eternauta” lleva ganados 15 Trasmontañas, de los cuales 14 fueron junto a “Vizcacha” López, lo que los convierte en la pareja más ganadora de la historia.

Ellos nunca están solos durante sus travesía. Detrás aparecen sus familiares que bancan la parada y son el soporte esencial para que los corredores puedan destacarse en el circuito.

En un rincón del extenso predio donde está instalado el arco de llegada, los stands de diferentes empresas auspiciantes y el escenario que servirá para premiar a los ganadores, los “fans” de “El grupo de la rotonda”, armaron dos búnkers. Esta vez, por una falta de coordinación a la hora de instalarse, quedaron separados. Y los ganadores debieron comer cada uno por su lado, junto a sus familiares, claro.

Marcantonio disfruta el poscarrera junto a Osvaldo López Ríos; mientras que López está junto a Julio Moya y José Dilascio, quienes llegaron en segundo lugar en la categoría Master D-1. “Esta vez no pudimos estar todos juntos, lamentablemente”, expresa Moya.

Los Marcantonio disfrutan a pleno en su carpa. “Hoy sólo vine a saludar a mi mamá porque mañana es su cumple y no la voy a ver porque se va de viaje. Hoy no pude correr ni hacer nada porque fui mamá hace poco. Pero desde chica siempre le hice el abastecimiento a mi papá y también corrí junto a mi hermana Luciana”, dice Pía Marcantonio y al toque le pasa la pelota a Claudia Alonso, esposa de López Ríos, quien planta bandera demostrando que su trabajo es fundamental. “Somos una especie de managers. Apoyamos durante toda la carrera en los puestos de abastecimiento. Nuestro rol es tan importante como el del que corre”, asegura, dejando en claro que cuando finaliza la competición arranca algo tan especial como el deporte mismo. “Soy deportista de toda la vida y para mí la familia y el deporte son lo mismo. Siempre hay un tercer tiempo, algo que se disfruta muchísimo”, sentencia antes de volver a tomar la “batuta”, organizando todo para que los bikers sólo tengan que preocuparse en brillar.