París se resiste al horror, días después de los ataques

París se resiste al horror, días después de los ataques

Los habitantes de la capital francesa intentan retomar su vida, pero el miedo gana las calles, que quedaron vacías luego de la violencia.

EMBLEMA. La Torre Eiffel, en París, permanece custodiada por militares. credito EMBLEMA. La Torre Eiffel, en París, permanece custodiada por militares. credito
15 Noviembre 2015

Frente a la Torre Eiffel, uno de los símbolos de París, patrullan policías fuertemente armados. Los hombres, algunos con el rostro cubierto con máscaras oscuras, dejan vagar las miradas por los alrededores. El emblema de la capital francesa estuvo cerrado al público luego de los atentados, que dejaron, al menos, 129 muertos y más de 350 heridos. Tampoco se abrieron al público el resto de las instalaciones públicas de la ciudad. No obstante, hubo personas que se trasladaron hasta la Torre Eiffel, para sacarse fotos. Otros dieron un paseo junto a la famosa Ópera de París o deambularon por las orillas del río Sena, como si nada hubiese ocurrido en la ciudad.

El día posterior a los atentados terroristas impera en toda Francia un estado de excepción. Sin embargo, muchos lugares de París tienen casi el aspecto de siempre. “París es grande”, comentó un hombre en los Jardines de Luxemburgo, uno de los parques emblemáticos de la ciudad. Según dijo, los atentados perpetrados en la noche del viernes estaban muy lejos. No obstante, ayer hubo menos gente en las calles que en un sábado normal, con caras que expresaban preocupación y tensión.

La policía parisina instaló un puesto de control en el cruce del bulevar Jules Ferry. En las cercanías de este punto de la ciudad se encuentra la sala de conciertos Bataclan, donde los terroristas mataron, al menos, a 80 personas. En la tarde de ayer, varios curiosos se acercaron con cámaras de fotos hasta los cordones rojiblancos que impiden el paso. En tanto, camiones de la policía con grúas recorrían de un lado a otro las calles de la ciudad, mientras los uniformados revisaron bolsos y mochilas de los transeúntes que querían entrar en el área restringida. Los peatones tomaron con calma estas medidas de seguridad.

La misma calma también reinó entre los miles de espectadores que, en la noche del viernes, se encontraban en el Stade de France durante el partido amistoso entre Francia, país anfitrión de la Eurocopa 2016, y el campeón del mundo, Alemania. En las cercanías del estadio habían explotado dos bombas de los terroristas, pero entre los casi 80.000 espectadores no provocaron una ola de pánico.



Muy pocas personas utilizaron el último tren subterráneo de la línea 13 que, por la noche, se desplaza desde el estadio de fútbol, en el barrio de Saint Denis, hacia el centro de la ciudad. Era una de las pocas líneas de trenes que seguían en servicio. La gran mayoría de los espectadores habían abandonado el Stade de France en este subte.

Ayer, cuando salió el sol y despuntó el alba en París, todo pareció como un día cualquiera frente a la estación Denfert-Rochereau, si no hubiese sido por los cinco vehículos de policías que circulaban por la avenida. “Todo está seguro”, expresó la mujer que vende boletos en la ventanilla. Los transeúntes caminaban desde el tren hacia los vagones de los subterráneos, que ayer reanudaron sus servicios.

Los acontecimientos del viernes han impactado, además, en el turismo. Una pareja del estado alemán de Baviera afirmó que quiere adelantar su regreso, luego de los ataques terroristas. “Los comercios, los museos, todo está cerrado. Para nosotros ya no vale la pena seguir aquí”, señaló el hombre, quien, junto a su pareja y a las valijas ya hechas, se detuvo en el mirador del Trocadero. “Por la noche no me atrevo a salir”, subrayó.

“No se preocupe. Todo está seguro”, sostuvo uno de los soldados que se han apostado en torno a los Jardines de Luxemburgo. Este parque, situado enfrente del edificio del Parlamento, permanece cerrado desde los ataques. El presidente galo, François Hollande, calificó la serie de atentados como un “acto de guerra y de barbarie absoluta”.

París se rebela nuevamente contra el terrorismo. Hace sólo diez meses, la ciudad fue blanco de una serie de atentados que comenzó con un ataque a la redacción de la revista satírica “Charlie Hebdo”. Esos atentados le costaron la vida a 17 personas inocentes. Esta vez, sin embargo, el resultado es mucho peor: según el último recuento, los ataques del viernes causaron 129 muertos. Ya nada será igual.

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Informe: Sophie Rohrmeier, Franziska Jäger y Jens Marx - agencia DPA.

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