Todos contentos con el ascenso de Atlético

“Yo lo critiqué al ‘Vasco’. Y qué va hacer: te pido perdón ‘Vasco’”. No le quedó otra alternativa a Jorge Fierro que arrepentirse de sus dichos. El ascenso a Primera ya estaba consumado y el hambre saciado. El de gol era voraz y necesitaba varias porciones para ser calmado, cinco quizás como la cantidad de goles en el triunfo ante Los Andes. “Estuvimos en la cancha desde el mediodía y por eso fuimos a comprar unas pizzas”, comentó el sobrino nieto de José Fierro, socio fundador del “decano” y cuyo nombre lleva el estadio.

En un banco de la plaza Independencia el grupo, que se completaba con sus dos hijos, un sobrino y un amigo, improvisó el pic-nic. “Estuvimos en la cancha y ahora nos vinimos a festejar”, explicó el hombre que está en paz con Juan Manuel Azconzábal, hacedor del ascenso.



Lo mismo sintió Sebastián Di Santi con el DT “decano”. “No le teníamos fe, pero demostró que es un buen técnico; se lo merece también”, reconoció el hincha que no fue al “Monumental” a alentar al equipo. ¿Tiene derecho, entonces a criticar? La respuesta está en la bota de yeso que protege su pierna derecha. “Me quebré en la cancha en el partido anterior al Día de la Madre. Se armó lío con la policía y se me cayeron dos o tres changos encima”, detalló. El saldo fue quebradura de tobillo, peroné y la orden de no pisar para evitar la cirugía. Entonces, Sebastián prometió festejar. “Hasta en silla de ruedas iba a venir a la plaza”, le comentó a LG Deportiva sobre el rodado que lo trasladó rodeando la masa de miles de hinchas que se concentró frente a las escalinatas de Casa de Gobierno.

“Hicimos la más difícil nosotros porque el año pasado tuvimos cinco oportunidades de ascender y ahora, en la primera nomás, ya subimos”, analizó entre risas y en complicidad con toda su familia que llegó desde Barrio Victoria.

Y si hay detalles infaltables en la historia “decana” no puede estar ausente alguna clásica camiseta. Carlos Burville llevaba una desgastada, esa recordada porque tenía a una fábrica de cemento como patrocinador. “Me la dio Víctor Hugo Palomba en un partido común y corriente que se acercó a la tribuna y me la entregó”, reveló.

La remera es un extra que la pasión por Atlético le regaló. “Soy antiguo como la camiseta. Disfruté mucho con Atlético, gracias a Dios”, dijo emocionado junto a su esposa Ana María.



“Siempre lo acompaño. Todos mis hijos también están por acá”, explicó la dama desde una de las barandas de bronce del palacio gubernamental.

Carlos, en tanto, procedió con la autoridad de hincha a ungir al máximo goleador del equipo. “‘El Pulga’ está a la altura de los ídolos del club. Yo le doy gracias por todo lo que dio”, estableció Burville. “Es muy poco lo que tienen que mejorar; están para competir con cualquier equipo de la A”, dio su veredicto.

No había tiempo para más charla porque el ómnibus descapotable con los jugadores arribaba a la plaza en contramano, por calle San Martín. Sólo por este segundo ascenso, también están perdonados.