Por Nicolás Iriarte
09 Noviembre 2015
A FESTEJAR SE HA DICHO. Los integrantes del plantel, los suplentes, cuerpo técnico y colaboradores de los “decanos” comienzan a celebrar el título que acaban de cosechar venciendo a Los Andes. la gaceta / foto de héctor peralta
La pregunta se repetía en el galpón que mezcla periodistas con jugadores después de cada partido en el Monumental: ¿cuán importante es mantenerse invicto de local para Atlético? “Si ganamos todos los partidos aquí es muy probable que ascendamos”, solía contestar Luis Rodríguez en lo que parecía más una utopía que un verdadero desafío. El delantero estuvo prácticamente igual de certero que en el área: el equipo no sólo ganó 17 de los 21 partidos que disputó en su casa sino que empató los cuatro restantes y terminó la temporada sin conocer la derrota ante sus hinchas.
Esos 55 puntos que consiguió de local se convirtieron en la base de la campaña sobre la que Atlético construyó su sueño. Allí se refugió en las pocas tormentas que tuvo que atravesar durante el torneo y pese a que se trata de una sensación de la mayoría de los hinchas, también es palpable estadísticamente.
Seis derrotas sufrió el equipo a lo largo del año, incluida la Copa Argentina que terminó levantando Boca la semana pasada. Todas, claro está, fueron lejos de su hogar: Santamarina, en Tandil; Gimnasia, en Jujuy; Lanús, en Salta (estas dos fueron seguidas); Los Andes, en Buenos Aires; Central Córdoba, en Santiago e Instituto, en Córdoba. Después de cada una de ellas, el equipo de Juan Manuel Azconzábal volvió corriendo y enojado a casa para encontrar consuelo con sus hinchas y levantarse, algo que consiguió: ganó todos los partidos que jugó en el Monumental tras las derrotas mencionadas. 2 a 1, a Chacarita; 1 a 0 a Estudiantes de San Luis; 3 a 1 a Boca Unidos, 3 a 0, a Ferro y 2 a 1 a Santamarina, respectivamente.
Así se mantuvo dentro del top cinco y cerca de la cima ya que de visitante los resultados no eran tan favorables. En la primera rueda sacó sólo 12 de 33 puntos que disputó lejos de su estadio y si algo le faltaba para hacer de su campaña, una de un campeón, era calibrar la mirilla de visitante.
Con el partido ante Boca Unidos en Corrientes todavía por jugarse, Atlético lleva sumados 17 de 27 unidades en condición de visitante con las que le terminó dando forma al ascenso que ahora disfrutan los “decanos”.
A falta de un partido, la efectividad de Atlético en el torneo es la del 68,2% de los puntos pero de ganar en Corrientes llegaría a 69%, la más alta de un equipo en la B Nacional desde que en 2007 se empezaron a jugar torneos largos, superando al Atlético Rafaela de 2010/11 que alcanzó los 68,4%.
A lo lejos sólo son cifras pero bien de cerca son testimonios del campañón que dejó a Atlético en Primera.
Esos 55 puntos que consiguió de local se convirtieron en la base de la campaña sobre la que Atlético construyó su sueño. Allí se refugió en las pocas tormentas que tuvo que atravesar durante el torneo y pese a que se trata de una sensación de la mayoría de los hinchas, también es palpable estadísticamente.
Seis derrotas sufrió el equipo a lo largo del año, incluida la Copa Argentina que terminó levantando Boca la semana pasada. Todas, claro está, fueron lejos de su hogar: Santamarina, en Tandil; Gimnasia, en Jujuy; Lanús, en Salta (estas dos fueron seguidas); Los Andes, en Buenos Aires; Central Córdoba, en Santiago e Instituto, en Córdoba. Después de cada una de ellas, el equipo de Juan Manuel Azconzábal volvió corriendo y enojado a casa para encontrar consuelo con sus hinchas y levantarse, algo que consiguió: ganó todos los partidos que jugó en el Monumental tras las derrotas mencionadas. 2 a 1, a Chacarita; 1 a 0 a Estudiantes de San Luis; 3 a 1 a Boca Unidos, 3 a 0, a Ferro y 2 a 1 a Santamarina, respectivamente.
Así se mantuvo dentro del top cinco y cerca de la cima ya que de visitante los resultados no eran tan favorables. En la primera rueda sacó sólo 12 de 33 puntos que disputó lejos de su estadio y si algo le faltaba para hacer de su campaña, una de un campeón, era calibrar la mirilla de visitante.
Con el partido ante Boca Unidos en Corrientes todavía por jugarse, Atlético lleva sumados 17 de 27 unidades en condición de visitante con las que le terminó dando forma al ascenso que ahora disfrutan los “decanos”.
A falta de un partido, la efectividad de Atlético en el torneo es la del 68,2% de los puntos pero de ganar en Corrientes llegaría a 69%, la más alta de un equipo en la B Nacional desde que en 2007 se empezaron a jugar torneos largos, superando al Atlético Rafaela de 2010/11 que alcanzó los 68,4%.
A lo lejos sólo son cifras pero bien de cerca son testimonios del campañón que dejó a Atlético en Primera.
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