"Pulguita" Rodríguez, artillero de raza "Decana"

Tratándose del segundo ascenso de Atlético a la máxima categoría, es inevitable caer en la comparación. Aunque las diferencias sean notorias, existen algunos puntos en común, a la cabeza de los cuales está Luis Rodríguez y su olfato goleador made in Simoca. Como en 2009, “Pulguita” es el máximo artillero de un equipo bastante repartido en cuanto a sacudir redes. Por ahora, lleva 17, el último de los cuales firmó anoche apenas iniciada la milonga sobre Los Andes: Luis Ceballos lo tocó a la pasada adentro del área y Luis Miguel cambió el penal por el 1-0.

“Fue un torneo redondito, aunque se sufrió mucho en el camino. Por el traspié del año pasado, la gente nos hizo saber que estábamos en deuda con el club. El equipo le puso el pecho a la situación, siempre dio la cara y en las difíciles siempre estuvo unido”, resaltó “Pulguita”, con su pequeño hijo Bautista en brazos, y escoltado por su esposa, Paola Velárdez, los dos pilares de su vida.

“Ellos fueron mis sostenes cuando las cosas no salían bien. Uno siempre se apoya en ellos, y por eso, principalmente, les quiero dedicar este ascenso. Si aposté a mi renovación en Atlético fue porque mi familia está muy tranquila acá en Tucumán, estamos bien, tenemos nuestra casa y mi hijo está seguro en Simoca”, valoró.

Se trata del tercer ascenso de Rodríguez con el club, luego de pasar del Argentino A a la B Nacional en 2008, y luego a Primera al año siguiente. “Ninguno es mejor que otro, creo que los tres son igual de significativos y cada uno tiene su sabor especial. El primero fue lindo porque llevábamos varios años en el Argentino A, el segundo porque nadie lo esperaba y este porque no son muchos los que confiaban en este equipo”, distinguió el simoqueño, que no hizo más que reafirmar su lugar en la galería de ídolos “decanos”.

“No sé si estuve mejor en la campaña de 2009 o en esta, sólo sé que tuve la suerte de poder convertir en momentos difíciles, cuando el equipo más lo necesitaba. Y eso es muy lindo, porque es la manera de devolverle a la gente un poquito del cariño que le da a Luis Rodríguez”, se deshace en agradecimientos el artillero, cuya experiencia en Primera se divide entre Atlético y Newell’s. Pero, ahora, solo sueña con seguir haciendo historia en el club de sus amores.

“Tengo un contrato de tres años. Haré lo que el club decida, pero mi intencion es quedarme y disfrutar de jugar en Primera con esta camiseta, que me dio todo. Me metí en la cabeza que tenía que volver a jugar con ella, así que puedo decir que cumplí otro sueño.”