Hinchas no identificados con Los Pumas

Hinchas no identificados con Los Pumas

El duelo que Argentina perdió ante Sudáfrica casi ni modificó la rutina en el microcentro

DESDE ADENTRO. La pantalla gigante no tuvo muchos televidentes, pero desde la vereda, quienes la advertían, hicieron las maniobras necesarias para ver, por lo menos, el marcador del partido por el bronce.  la gaceta / fotos de diego aráoz DESDE ADENTRO. La pantalla gigante no tuvo muchos televidentes, pero desde la vereda, quienes la advertían, hicieron las maniobras necesarias para ver, por lo menos, el marcador del partido por el bronce. la gaceta / fotos de diego aráoz
31 Octubre 2015
Los Pumas todavía no consiguieron cautivar a la gente. A su gente, al público de la ovalada, hace tiempo la capturaron en un viaje de emociones sin escalas que comenzó en aquel épico triunfo en el debut del Mundial de Francia ante el dueño de casa. El rugby sumó simpatizantes tras una nueva cita ecuménica, pero al menos ayer cuando cayeron ante Sudáfrica, el movimiento en las calles mostró que los tucumanos seguían pendientes de su rutina, sin espacio para que el duelo por el tercer puesto formara parte de la agenda vespertina.

Pocos comercios del microcentro tenían colores “albicelestes”. A diferencia de otros deportes, para descubrir a los hinchas “pumas”, había que apuntar a aquellos que miraban las pantallas. Y efectivamente había motivos para que no los cataloguen como espectadores de lo que estaba sucediendo en el estadio Olímpico de Londres. “Es que me escapé de mi trabajo”, se justificó un caballero cuando LG Deportiva lo indagó sobre el trámite del partido.

Afuera, con la plaza Independencia como testigo, uno que otro peatón flexionaba las rodillas intentando espiar. Desde la vereda del comercio que se encuentra en 25 de Mayo y 24 de Septiembre, haciendo ese esfuerzo, se puede ver la pantalla gigante. La acción fue un indicio: el mundo “puma” penetró, son más los que se interesan por ellos.

En el bar se tomó un recreo Bernardo Mathiesen. Él trabaja allí y bajó de su oficina para apoyar a Argentina. “Nunca me dejaron jugar al rugby, pero siempre tuve debilidad”, comentó. “Hubo movimiento por el Mundial. La gente vino a verlos”, indicó Mathiesen mientras degustaba un cortado.

Un poco más lejos el debate se armó. “Ahí, cuando se va, es cuando no nos sale”, analizó un caballero. “Es que falta Imhoff”, remató otro vestido de traje y corbata. Extender el análisis con nombre y apellido es imposible. “Noooo, me fui del trabajo”, reveló uno de ellos.

La que sí se identifica sin ningún problema en otro bar de calle 25 es Erika Paz. “Salimos de rendir, vinimos a tomar algo y como empezaba el partido nos sentamos cerquita del televisor, si no, no”, reconoció la estudiante de Biotecnología. A sus amigas les interesa el juego, pero... “Los jugadores me encantan. Sobre todo ‘Nico’”, explicó.

El apertura de Los Pumas no sólo levantó suspiros por su pegada precisa, también por su figura. “Capaz que alguna vez me lo crucé”, pensó una risueña Erika. ¿Y ahora qué pasaría si Nicolás Sánchez, tucumano y estrella mundialista, se le cruzara, por ejemplo, en la plaza Urquiza? “Me desmayo”, sentenció con una sonrisa pícara y con las carcajadas de sus amigas de fondo.

Claudio e Ivana vieron juntos por primera vez un partido de este Mundial. “Pudimos porque estoy de vacaciones”, dijo el joven, que está más que contento por lo que pasó con Los Pumas. “Es un deporte que surgió nuevamente y a nivel nacional y provincial los equipos son mucho más competitivos”, elogió el concepcionense.

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