Se terminó la paciencia

Se terminó la paciencia

El público estalló de bronca y apuntó a la directiva como responsable del duro presente

¿Y AHORA? Darío Tempesta se fue del estadio sin hacer declaraciones. ¿Tendrá fuerzas para seguir al frente del plantel? la gaceta / foto de antonio ferroni ¿Y AHORA? Darío Tempesta se fue del estadio sin hacer declaraciones. ¿Tendrá fuerzas para seguir al frente del plantel? la gaceta / foto de antonio ferroni
10 Mayo 2015
El post partido en La Ciudadela fue caótico. La paciencia del público dijo basta luego de presenciar un nuevo paso en falso de un equipo que nunca, en lo que va del torneo, jugó como tal. Y claro, ellos decidieron expresarse.

Ni bien Sebastián González pitó el final del juego, un numeroso grupo de hinchas se agrupó en la puerta del vestuario local exigiendo explicaciones por el mal momento del equipo. Cantaron en contra de todos, no se salvó nadie. Dirigentes, cuerpo técnico y jugadores, en ese orden, fueron el blanco de los insultos.

El “que se vayan todos...” tronó en Bolívar y Pellegrini. El ambiente espeso dejaba en claro que la salida del plantel iba a extenderse más de la cuenta. Aunque rápidamente Leandro Mirkin, jefe de prensa, avisó que la habitual ronda de prensa no iba a realizarse. A todo esto, en la puerta del gimnasio que está a la salida del vestuario local, el clima era cada vez peor. Si algo faltaba para empeorar ese panorama era que los barras dijeran presente; y así fue. Pero, eso no fue lo más llamativo.

Las facciones más conocidas dentro de la hinchada “santa” parecían estar divididas. Un grupo insultaba a la directiva y exigía explicaciones de parte de Oscar Mirkin y Claudio De Camilo, los más apuntados como responsables del mal momento. Sin embargo, otro sector de la parcialidad pedía calma y hasta intentaba tapar los gritos de protesta con canciones a favor del equipo. El grupo de violentos superó el vallado policial y se instaló en el pulmón que habían formado para facilitar la salida de los jugadores. Y, cómo alguna vez pasó en La Ciudadela, ni la prensa se salvó del accionar de los inadaptados. Algunos hinchas agredieron a camarógrafos y reporteros gráficos que intentaban tomar imágenes del momento, ante la pasividad de la Policía.

El clima tenso bajó cuando los barras quisieron. Uno de ellos obligó a todos a que dejen el lugar. Y así fue... En ese momento, cerca de una hora y media después del final del juego, la Policía pudo organizar la salida del plantel que debió dejar el estadio en autos particulares y no en el colectivo como estaba previsto.

Los hinchas se expresaron fuerte. Luego de lo ocurrido anoche, nada volverá a ser igual.

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