Endemoniados

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Acosta y Rodríguez aportaron las alegrías para el pueblo “decano”

UN MOMENTO CLAVE. Guillermo Acosta, transforma en el gol el milimétrico pase que le dio el “Pulguita” Rodríguez. El “Bebé” ya marcó tres tantos en el certamen. foto de blas martínez (especial para la gaceta) UN MOMENTO CLAVE. Guillermo Acosta, transforma en el gol el milimétrico pase que le dio el “Pulguita” Rodríguez. El “Bebé” ya marcó tres tantos en el certamen. foto de blas martínez (especial para la gaceta)
12 Abril 2015
PARANÁ, (Marcelo Androetto, especial para LG Deportiva).- Los misioneros no se olvidarán facilmente de la tonada tucumana. Los festejos de Guillermo Acosta y de Luis Miguel Rodríguez terminaron el sueño de una victoria que, precisamente comenzó a construir otro comprovinciano: Exequiel Narese, que con cuatro conquistas, es el máximo artillero del equipo misionero.

El “Bebé” sumó su tercer festejo en lo que va de la temporada. Lo más llamativo del caso es que nunca pudo celebrar junto a la hinchada de los “decanos”. Le marcó en los duelos contra Ferro, Guillermo Brown y Guaraní Antonio Franco. Y si de cábalas se trata, cada vez que el volante señaló, el equipo que dirige Juan Manuel Azconzábal rescató un punto.

Con la conquista de ayer, Acosta quedó un escalón más abajo de Cristian Menéndez, que con cuatro conquistas, es el máximo artillero del equipo de 25 de Mayo y Chile. Luis Molina, con tres festejos, ocupa el tercer lugar del podio.

El “Pulguita” no pudo haber tenido un regreso más auspicioso. En el duelo contra Chacarita, el destino no quiso que un disparo suyo fuera devuelto por el horizontal del arco de la calle Bolivia. Después de ocho encuentros, Rodríguez volvió a ser titular y, como lo hizo en la primera fecha contra Gimnasia (Mendoza), marcó un tanto.

El arranque de los dos no fue del todo bueno. Después de que el remate de Fernando Evangelista fuera devuelto por el travesaño, el rebote no fue aprovechado por el simoqueño primero y por el “Bebe”, después.

Después de esa falla corrigieron y mucho su destino. Se asociaron muy bien. El “Pulguita” con un pase preciso habilitó a Acosta para que marcara el 1-1. Y, cuando todo parecía perdido, Rodríguez transformó en gol el córner que ejecutó el volante. Estuvieron endemoniados.

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