Lágrimas y esperanza renovada para Mohamed

OLAVARRÍA (Carlos Werner, enviado especial).- Se podría decir “tanto remar y morir en la orilla”. Pero para quienes conocen a los Mohamed, frases como esas quedan simplemente en eso. Porque, aunque hubo tristeza inicial, luego la fuerza interior afloró. Un Lucas Mohamed íntegro se dejó ver en cada rincón del autódromo de Olavarría. El dolor por la chance perdida se borró con las lágrimas. Borrón y cuenta nueva.

“La verdad que llegar hasta aquí fue lo más grande que me pudo pasar. Trabajé muchos años para este momento. Uno siempre sueña con el campeonato. Lamentablemente no lo puedo llevar a Tucumán, era un sueño que todos los días me acompañaba, incluso mientras dormía. Igual me siento feliz por el N° 2, que no es poca cosa en el TN, una categoría muy difícil, en la que se marca mucho las grandes estructuras”, resaltó Lucas.

Y sus palabras tomaron vuelo. “No estoy para nada disconforme con lo hecho ni con el modo de hacerlo. Lo seguiré haciendo así toda la vida. Me gusta mucho la estructura que tenemos: chiquita, familiar y de muchos amigos. Lo más lindo es el aliento de la gente, el apoyo, el reconocimiento de todos los que siguen al automovilismo y de la categoría misma”, detalló convencido el yerbabuenense. “Agradezco el sacrificio de los fanáticos de haber venido a hacerme el aguante. Es una pena que no haya podido pagarles con la corona, con una buena actuación”, agregó.

¿Qué dijo de la carrera? “El auto, de acuerdo a cómo estaba el sábado, iba espectacular, lástima lo del toque. No sé si podía haber seguido, en definitiva si lo hacía quizás iba a romper el motor, lo cual es muy duro de asumir porque se los arma con mucho sacrificio. No pude disfrutar”, reconoció.

“Ahora a pensar en cómo armar el Gol Trend. Hay mucho por hacer. Construir un auto desde cero, desarrollarlo y que funcione no es poca cosa”, anticipó Mohamed. El subcampeón se aferró a un dato esperanzador. “Que en la última del año haya ganado un coche de esta marca y modelo es una felicidad porque significa que podemos lograrlo nosotros también. No sé si llegamos a la primera fecha, pero vamos a hacer todo lo posible. No vamos a bajar los brazos nunca. Obviamente que ganar un campeonato podría haber sido una inyección de ánimo importante, pero ya está, ya pasó, habrá que olvidarlo y cobijarse en el trabajo, en el cariño de la familia, de los amigos”, cerró.