10 Septiembre 2014
Una madre soltera y su nuevo compañero serán una de las veinte parejas que el papa Francisco casará el domingo próximo en una ceremonia en la basílica de San Pedro del Vaticano. Según adelantó ayer el diario italiano “La Repubblica”, Gabriella, quien hace años fue madre soltera de una nena, contraerá matrimonio con Guido, que cuenta con la anulación de su unión anterior.
Esta pareja, que ronda los 50 años, fue elegida por la diócesis de Roma entre las 20 que casará el domingo el Pontífice. Será una ceremonia con apenas un precedente en la historia papal: Juan Pablo II bendijo los anillos de algunas parejas que se casaron en San Pedro durante el Jubileo de la familia en octubre de 2000, detalló la agencia Télam.
“No creíamos que pudiésemos responder a los requisitos de las parejas católicas que la gente imagina”, explicó, con sorpresa, la mujer. Los integrantes de esta pareja se conocen desde hace cinco años y decidieron acercase a la Iglesia cuando tomaron la decisión de casarse. Querían que su unión fuera bendecida por un sacerdote. Pero jamás imaginaron que el encargado de hacerlo llegara a ser nada más y nada menos que el Papa.
Esta actitud de Francisco refleja una apertura con respecto a algunas rígidas tradiciones católicas. Y no es la primera vez que lo demuestra: ya había sucedido algo parecido cuando, en enero pasado, el Pontífice bautizó a 32 niños, uno de los cuales era hijo de una pareja casada por civil solamente.
Esta pareja, que ronda los 50 años, fue elegida por la diócesis de Roma entre las 20 que casará el domingo el Pontífice. Será una ceremonia con apenas un precedente en la historia papal: Juan Pablo II bendijo los anillos de algunas parejas que se casaron en San Pedro durante el Jubileo de la familia en octubre de 2000, detalló la agencia Télam.
“No creíamos que pudiésemos responder a los requisitos de las parejas católicas que la gente imagina”, explicó, con sorpresa, la mujer. Los integrantes de esta pareja se conocen desde hace cinco años y decidieron acercase a la Iglesia cuando tomaron la decisión de casarse. Querían que su unión fuera bendecida por un sacerdote. Pero jamás imaginaron que el encargado de hacerlo llegara a ser nada más y nada menos que el Papa.
Esta actitud de Francisco refleja una apertura con respecto a algunas rígidas tradiciones católicas. Y no es la primera vez que lo demuestra: ya había sucedido algo parecido cuando, en enero pasado, el Pontífice bautizó a 32 niños, uno de los cuales era hijo de una pareja casada por civil solamente.
NOTICIAS RELACIONADAS
Lo más popular
