Comienza la Fiesta de Teatro por los Derechos Humanos

Su nombre es Victoria Montenegro y es hija de Toti Montenegro y Chicha Torres. Sus padres eran militantes del ERP y fueron desaparecidos en febrero del 76. Ella conoció su identidad a los 25 años, cuando descubrió que había sido apropiada. Es una testigo más de la incansable labor de Abuelas de Plaza de Mayo. Esta historia es la que relata “La marca en el orillo”, la obra de Cristina Merelli, actuada por Marina Artigas, Federico Saslavsky y Jorge Noya y dirigida por Eugenia Levin y Becky Garello. La función del elenco porteño será a las 15 en el Teatro Alberdi (Crisóstomo Álvarez y Jujuy).

Esta será una de las obras con las cuales se abrirá la Primera Fiesta de Teatro por los Derechos Humanos en Tucumán. Antes, a las 10, se presentarán “Barba azul”, en el Colegio del Sol, y “Hay que cuidar a la Pacha”, en Sala Ross; a las 15, “Ópera pánica”, también en Sala Ross; y a las 19, “Pecado”, en el Gymnasium. En total, hasta el domingo, se presentará una docena de obras en distintos espacios.

La idea fue gestada por “El teatro de la Romería”, cuyos integrantes son miembros activos de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH). “Les propusimos el evento, y fue aceptado y estimulado desde el inicio. Hablar sobre nuestros derechos y sobre las injusticias que generan desigualdades frente a la condición humana, es un tema que, como sociedad, no podemos soslayar en este momento”, explicó Fabián Bonilla.

Para realizar la actividad se invitó a los elencos que tenían obras con la temática relacionada con los principios de la fiesta, y se convocó a salas para colaborar con los espectáculos. “La propuesta está centrada en los adolescentes. No creemos que sean los más vulnerables, pero sí los más permeables. Son los responsables directos, los protagonistas del mundo que ya empezaron a construir”, sostuvo Bonilla.