Operarios trabajan contrarreloj para terminar los estadios de Brasil 2014

Operarios trabajan contrarreloj para terminar los estadios de Brasil 2014

Deben dejar todo listo en menos de 24 horas.

QUE NO CUNDA EL PÁNICO. A pesar de que restan terminar detalles, en Brasil confían en que mañana estará todo listo. QUE NO CUNDA EL PÁNICO. A pesar de que restan terminar detalles, en Brasil confían en que mañana estará todo listo.
11 Junio 2014
Andamios, máquinas que van y vienen, obreros que trabajan a destajo, actividad frenética. En el Arena Corinthians de Sao Paulo se apuran para que mañana esté todo listo para la inauguración del torneo, aunque muchos aseguran que queda mucho por hacer.

Así lo advierten algunos de los 300 obreros que, en turnos de hasta 12 horas (mañana, tarde y noche) se apresuran a terminar lo que los responsables sin casco llaman “los últimos retoques” antes de que Brasil y Croacia inauguren el jueves en el Itaquerao, como se conoce popularmente al estadio, la fiesta mundial del fútbol.

“¿Detalles? Quedan aún muchas cosas por hacer: el mobiliario de los vestuarios, por ejemplo, está aún embalado y por montar”, apunta Jenio, quien es responsable de un grupo de tres trabajadores que se ocupan de la parte eléctrica de un sector del estadio, y afirma tener ciertas dudas sobre su perfecto estado para el jueves, día en el que la pelota comenzará a rodar en la gran cita ecuménica.

“En algunos sectores faltan aún asientos, puertas, separadores y alguna cuestión eléctrica”, añade el operario. “Aún así, creo que la parte interna del estadio se acabará a tiempo. La externa, en cambio...”, deja sus dudas al descubierto, algo que en Brasil provoca el insomnio colectivo.

En el exterior, Leonardo y Anderson se toman un respiro después de casi 10 horas de trabajo. Montan a contrarreloj el acceso elevado entre uno de los aparcamientos y el Arena Corinthians. “Es el acceso para los VIP”, aclara Anderson. Tendría que estar finalizado, pero tampoco lo está. “Espero que acabemos hoy. No aguanto más la presión. Nos presionan más que una suegra para que uno se case con su hija”, revela en tono jocoso.

Jenio baja un poco los decibeles, aunque también admite que no están tampoco cómodos en cuanto a tiempo. “No nos presionan, pero teníamos que haber acabado nuestro trabajo el lunes y no pudimos. Esperamos hacerlo hoy, no nos queda otra”, explica.

Unos 500 metros más abajo del acceso VIP en construcción, las obras de acondicionamiento alrededor de la Corinthians Itaquera, una de las estaciones de la línea roja del metro que dan acceso al nuevo estadio paulista, también siguen en curso.

Se ven máquinas removiendo la tierra y obreros colocando bloques de hormigón para hermosear un entorno en el que aparecen árboles plantados hace poco y nuevas señalizaciones.

En el interior del Itaquerao, la situación parece más controlada. La cancha se ve en perfecto estado, los espacios para periodistas, fotógrafos y cámaras están listos y las tribunas tienen aspecto de estar preparadas para recibir a las casi 62.000 personas que lo llenarán el jueves.

Brasil se juega buena parte de su imagen mañana durante la ceremonia inaugural. Es por eso que todos los detalles deben estar ciento por ciento impecables.

Comentarios