¿Cuántas veces más?
A Mercedes Saldaño la dejaron desamparada. Le soltaron en la cara que la hija que buscaba hace 14 años había sido asesinada y estaba enterrada como NN. Le pidieron perdón por tantos años de impunidad y le dijeron que volviera al día siguiente para retirar los restos del Cementerio del Norte. La mujer de 51 años no recibió nada más que esa cruel noticia. No le brindaron asistencia psicológica, no llamaron a un médico para que le tomara la presión y ni siquiera le pidieron un taxi. Uno de sus hijos tuvo que regresar a la Fiscalía (VIII Nominación) para reclamar un medio de movilidad que los trasladase a Garmendia. Es verdad, pusieron un vehículo para que la llevara a su casa. Pero el chofer del auto le faltó al respeto a esa madre destrozada, que se había detenido a hablar con la prensa. Delante de todos, le ordenó que se apurara porque no estaban “a su disposición”. Una vez más, el sistema se rió en la cara de esa mujer. Otra vez, el sistema no tuvo tacto con la mamá de Pamela. Como ella misma afirmó: “es una burla hacia una madre”.

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