Amaya pide que no se asignen los módulos habitacionales a dirigentes

“La necesidad de la gente no debe tener color político”. Con estas palabras, el intendente, Domingo Amaya, se refirió a la polémica que se originó en la capital a raíz de un programa del Poder Ejecutivo (PE) que prevé gestionar la entrega -sin la participación de amayistas- de unos 4.000 módulos habitaciones a vecinos de diferentes barrios de la ciudad.

Resulta que los cuatro concejales amayistas -José Franco, Eloy del Pino, Christian Rodríguez y Oscar Cano- habían criticado con dureza al alperovichismo, tras manifestar que este espacio del peronismo busca hacer política electoral con el uso de los recursos nacionales.

Ayer, luego de un acto realizado en la sede de la intendencia -se suscribió un acuerdo de colaboración con la Asociación de Pequeñas y Micro Empresas- Amaya opinó sobre las diferencias que surgieron entre dirigentes del alperovichismo y de su entorno.

¿Cuál es su reflexión sobre que a dirigentes alperovichistas de la capital les hayan asignado módulos habitacionales?, le consultó LA GACETA al jefe municipal.

“Los módulos no tienen que ser asignados a ningún dirigente. Gracias a Dios los dirigentes viven bien”, ironizó Amaya respecto de la modalidad que tendrá el reparto de estas soluciones habitacionales. Si bien ponderó la importancia de que estas construcciones lleguen a la gente, sostuvo que la asignación de esos recursos debería realizarse de manera equitativa. En la edición de ayer, el concejal Del Pino había cuestionado que estas soluciones habitacionales, que se ejecutarán con fondos del Programa de Mejoramiento de Viviendas (Promevi), se construyan en la capital y no en localidades del interior. “No piensan en el vecino, están pensando en el voto. ¿Por qué el módulo habitacional va dirigido sólo para el vecino de San Miguel de Tucumán? ¿Acaso San Pablo, Tafí Viejo o Banda del Río Salí no necesitan esos beneficios?”, había cuestionado Del Pino.

“Es muy importante todo lo que se haga para la gente. Pero debe ser realizado en forma equitativa. Si hay equidad está muy bien. Creo que la democracia es lo que nos permite el diálogo. Y disentir es lo que nos permite expresarnos. Pero siempre con respeto hacia el otro, sea del mismo signo político o de un signo opositor. Creo que todos los políticos siempre tenemos que buscar y proponer el bien de nuestra comunidad. No debemos pelearnos por pequeñas cosas”, expresó el intendente. Y agregó: “acabo de venir del barrio Elena Withe. Los problemas sociales son muy grandes. Entonces, no perdamos el tiempo en pelearnos entre nosotros”.

¿Usted comparte las críticas de los concejales amayistas, quienes dijeron que los módulos habitacionales tienen un fin electoralista?, se le insistió. “Yo creo que la democracia permite que se expresen los muchachos. Ellos tienen la libertad y la potestad de hacerlo”, se excusó.

Votos de perros y gatos

La arremetida de los concejales amayistas tuvo una rápida respuesta de los ediles alperovichistas. El presidente de la comisión de Hacienda, Ignacio Golobisky, relativizó los dichos de sus pares. “Hay que aclarar que a los módulos no los hacemos nosotros. Son obras que las ejecuta el Instituto de la Vivienda y cuyos fondos provienen de la Nación, a través del Promevi. Me parece que son chiquilinadas realizar planteos de esta índole”, criticó Golobisky.

Por su parte, Javier Morof utilizó el humor para chicanear a sus pares. “Están equivocados. Los módulos no tienen un fin electoral. Entonces, quiere decir que nosotros deberíamos preocuparnos porque aumentará la intención de votos de los perros y gatos que son atendidos por el camión municipal de la capital en Tafí del Valle”, ironizó Morof, en alusión a que el municipio llevó la semana pasada un quirófano móvil a los Valles.