El ex contratista insiste en que arregló una casa de los Alperovich

“Voy a aportar a la Justicia todo lo que haga falta”, disparó Julio César Villafañe, un ex contratista de la Dirección de Arquitectura y Urbanismo (DAU) que -en una entrevista publicada el domingo por LA GACETA- aseguró haber sido convocado por esa repartición para refaccionar, en 2010, la casa de Mariana Alperovich, hija del gobernador, José Alperovich, y de la senadora, Beatriz Rojkés.

A sabiendas de que su versión estremeció la Casa de Gobierno, el arquitecto acudió ayer otra vez a este diario para insistir en que “fue usado” por funcionarios del Poder Ejecutivo (PE), y pidió que un fiscal de Instrucción lo cite a declarar para que se dilucide la cuestión. “Voy a defender mi nombre y mi honor, que es lo más preciado que puedo llevarle a mi familia. Tengo pruebas, documentos y testimonios que confirman todo lo dicho. Voy a demostrarle a la Justicia que he sido estafado”, manifestó Villafañe.

El martes, en rueda de prensa, el propio Alperovich desmintió la versión de Villafañe, dueño de una empresa constructora que lleva su apellido. “Hay gente que nos pone muchos palos en la rueda, hay muchas denuncias falsas. ¡Los meten a mis hijos! Ya no saben qué hacer”, dijo el mandatario, tras vincular estos dichos con la oposición.

El escándalo estalló por una entrevista brindada por Villafañe, en la que el ex contratista de la DAU hizo su descargo por un juicio de responsabilidad iniciado por el Tribunal de Cuentas (TC) debido a una ciclovía “fantasma” en el Camino de Sirga. También fueron sumariadas las ex autoridades de la DAU, Miguel Brito (ex director) y Roberto Bianchi (ex subdirector); además de otros dos funcionarios de la Dirección Arquitectura y Urbanismo y de un contador fiscal del propio ente de control, Rodolfo Atilio Torasso.

Según Villafañe, debió poner de su bolsillo $ 250.000 para materiales que no le fueron reintegrados. Afirma que abandonó la ciclovía -debía concluirse en 2010- porque no le entregaban los recursos para avanzar. En su descargo, aseveró que había sido convocado por los entonces jefes de la DAU para realizar refacciones en la casa de Mariana Alperovich, esposa del secretario de Comercio local, Pablo Zeitune. Y manifestó que, como no se le había abonado todo, Brito y Bianchi le habían ofrecido completar los pagos con obras de la DAU, algo que finalmente -según manifestó- no ocurrió. Para respaldar sus dichos, acercó a este diario facturas por unos $ 60.000, a nombre de “León Alperovich SA”, por arreglos en la vivienda de calle Crisóstomo Álvarez 4.300.

“No soy culpable de nada, ni estoy en falta; simplemente he sido usado y manipulado, cuando yo lo que pretendía era trabajar”, reclamó Villafañe. Y volvió a cargar contra Brito y Bianchi (ayer LA GACETA intentó comunicarse con el ex subdirector nuevamente, pero en su entorno advirtieron que no iba a formular declaraciones). “Para Brito y Bianchi no soy un desconocido; he tenido una constancia laboral con ellos, y no sólo fui afectado por funcionarios públicos de la DAU, sino también por otros políticos”, manifestó. Luego, se explayó: “realmente he sido muy dañado económicamente, y no sólo por el tema de la DAU, sino por otro político al que le construí una casa de 600 metros cuadrados en Villa Mariano Moreno y no se pagaron mis honorarios. Ya hubo mediaciones, y no hubo forma de cobrar”. Y pidió el apoyo de otros empresarios que, según dijo, también pueden estar en su situación. “Todos deberíamos contar todo. Nadie debe callarse”, señaló Villafañe.

Finalmente, reafirmó que tiene la certeza de que personal de la DAU prestó servicios en la propiedad de la hija del gobernador. “Yo tengo la documentación. Me voy a limitar a brindarla ante a la Justicia, tanto por las obras que hice en la repartición, como las que hice por vía privada para gente relacionada al Gobierno. Una vez que presente todo, será de público conocimiento. Por eso pido que me citen a declarar cuanto antes para aclarar todo esto de una vez”, destacó.