Boca ganaba, pero festejó Belgrano

Boca ganaba, pero festejó Belgrano

Del cielo al infierno, otra vez.

FESTEJO “PIRATA”. Cesar Pereyra celebra el gol que liquidó el partido y a Boca. FESTEJO “PIRATA”. Cesar Pereyra celebra el gol que liquidó el partido y a Boca.
17 Febrero 2014
BUENOS AIRES.- Parecía un gran partido de Boca, el primer triunfo de 2014... Parecía un domingo feliz que La Bombonera atesoraría solitaria a causa de una sanción que le prohibió recibir al público que siempre la adorna. Parecía... Belgrano dejó todos aquellos ideales “xeneizes” a la deriva y se robó del estadio pelado un triunfo 3-2 que no hizo más que sacar a la superficie el infierno de Boca. Del cielo hasta allí, sin escalas, pasó el equipo de Bianchi.

Es que todo era color de rosa y aroma a perfume francés cuando Juan Forlín cambiaba por gol una jugada de laboratorio. El plan, tras un tiro libre a los 6’ del inicio, resultó a la perfección. Pero además del 1-0 el equipo marchaba sobre ruedas, como casi nunca en lo que va del año. Se floreaba Boca por momentos, con Gago y Martínez sobre todo. Pero... Tanto perdonó al “celeste” que solito se fue cavando la tumba para el complemento.

El pibe Rigoni se lo hizo ver, al minuto de ese tiempo. Le rompió las manos de un zurdazo a Orión, marcó su primer gol en Belgrano (y en Primera) y empató el partido. Todo hizo Emiliano, ayudado por el “villano” Nahuel Zárate, claro. (ver destacado). El 3 no se conformó con revolcarse al vicio en ese primer gol “pirata”, también tumbó a Pereyra después y le cedió en bandeja el penal con el que Belgrano dio vuelta la historia, gracias al acierto de Lollo. Todo mal hizo Zárate, de nuevo.

Lo peor era que no solo él la pasaba mal en el lateral izquierdo. Boca ya no era el del primer tiempo, sino el mismo que no logra ganar desde el 10 de noviembre de 2013 (llegó a tres derrotas y tres empates en partidos oficiales).

En ataque no se le cayó una idea al “xeneize”. Después perdió el medio y la brújula. Allí creció el “Picante”, que puso el tercero por otra desconcentración defensiva. Rebote tras rebote cazó el delantero en medio del área, y al tercero lo mandó adentro, como para dejar a La Bombonera más muda de lo que estaba.

El descuento de Luciano Acosta llegó tarde, en tiempo cumplido. Sirvió sólo para que la caída no pareciera tan estrepitosa en el resultado. Pero lo fue, porque Boca no logra levantarse y ya comenzó a dejar puntos en su camino.

Comentarios