27 Enero 2014
SERMÓN. El papa agradeció a los curas que dan la vida al servicio del pueblo. reuters
El papa Francisco aseguró hoy que la Iglesia no se puede entender como una simple organización humana, sino que lo que marca la diferencia es la unción que obispos y sacerdotes reciben del Espíritu Santo para servir al pueblo de Dios. “Los obispos no son elegidos por una mayoría para llevar adelante una organización, que se llama Iglesia, sino que son ungidos y el Espíritu del Señor está con ellos. Todos los obispos, todos somos pecadores. Pero somos ungidos y queremos ser cada día más santos, más fieles a esta unción”. Así habló Jorge Bergoglio durante su homilía en la misa matutina que celebró en la residencia Santa Marta, en la que también agradeció a los “tantos curas santos” que dan la vida en el anonimato de su servicio cotidiano.
A partir de las lecturas del día que relataban la unción de David como rey de Israel, el papa explicó que la diferencia entre la Iglesia y una organización humana la hace la unción que la fuerza del Espíritu da a los obispos y sacerdotes. “Lo que hace a la Iglesia justamente, lo que le da unidad, es la persona del obispo en nombre de Cristo, porque este es ungido, no porque fue votado por la mayoría”, indicó, según reprodujo la agencia de noticias Télam.
“Sin esta unción -afirmó el pontífice-, David habría sido sólo el jefe de una empresa política que era el reino de Israel, habría sido un simple organizador político. En cambio, tras la unción, el Espíritu del Señor desciende sobre David y permanece con él. Y la Escritura dice: ‘David iba creciendo cada vez más en potencia y el Señor Dios de los ejércitos estaba con él’. El ungido es una persona elegida por el Señor”.
Francisco además subrayó que no se puede explicar cómo la Iglesia sigue adelante sólo con las fuerzas humanas. “Esta parroquia va adelante porque tiene un pueblo santo y muchas organizaciones, pero también un sacerdote, un ungido que la lleva adelante. Y nosotros en la historia conocemos una mínima parte, pero cuántos obispos santos, cuántos curas, cuantos sacerdotes habrá que dejaron su vida al servicio de la diócesis”, concluyó.
A partir de las lecturas del día que relataban la unción de David como rey de Israel, el papa explicó que la diferencia entre la Iglesia y una organización humana la hace la unción que la fuerza del Espíritu da a los obispos y sacerdotes. “Lo que hace a la Iglesia justamente, lo que le da unidad, es la persona del obispo en nombre de Cristo, porque este es ungido, no porque fue votado por la mayoría”, indicó, según reprodujo la agencia de noticias Télam.
“Sin esta unción -afirmó el pontífice-, David habría sido sólo el jefe de una empresa política que era el reino de Israel, habría sido un simple organizador político. En cambio, tras la unción, el Espíritu del Señor desciende sobre David y permanece con él. Y la Escritura dice: ‘David iba creciendo cada vez más en potencia y el Señor Dios de los ejércitos estaba con él’. El ungido es una persona elegida por el Señor”.
Francisco además subrayó que no se puede explicar cómo la Iglesia sigue adelante sólo con las fuerzas humanas. “Esta parroquia va adelante porque tiene un pueblo santo y muchas organizaciones, pero también un sacerdote, un ungido que la lleva adelante. Y nosotros en la historia conocemos una mínima parte, pero cuántos obispos santos, cuántos curas, cuantos sacerdotes habrá que dejaron su vida al servicio de la diócesis”, concluyó.
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