San Martín se queda sin Max por lo que resta del año

Fue una vuelta al trabajo cargada de mufa y otras yerbas. Antes de arrancar la primera sesión tras el maratónico viaje a Sunchales, Juan Amador Sánchez recibió una noticia que cayó como un baldazo de agua helada: Augusto Max sufrió la fractura del segundo metacarpio izquierdo y estará fuera de las canchas alrededor de 45 días.

"Tengo bronca, pero de ninguna manera voy a bajonearme. Debo seguir luchándola como lo hice siempre", le dijo a LG Deportiva el capitán, que en un primer momento soñó con al menos poder jugar el duelo del domingo. "Quiero ver si está la posibilidad de que me venden y al menos pueda estar contra Chaco. Después de ese partido me opero", había dicho "jefecito"; pero se topó con el "no" rotundo del departamento médico.

"Es muy riesgoso. Además es un jugador que está jugando siempre al límite, por lo que podría agravarse más aún la lesión", sentenció Roberto Guillén, uno de los médicos del plantel.

Justo ahora...

Max lamenta que su salida se dé justo en el momento más importante, donde el equipo necesita de todos. "En estos partidos nos jugamos mucho. Lamentablemente no voy a poder ayudar a mis compañeros, pero estoy seguro que cualquiera que entre va a hacer las cosas bien", jura Max, reviviendo la desafortunada jugada que lo dejó out. "Fue una jugada en la que la pelota picó a la par mía y un jugador de Libertad quiso pegarle, pero antes le dio a mi mano. Ahí se me desacomodó el dedo y no lo podía mover; tenía un dolor tremendo. Pero ya está, ahora pienso en salir adelante", intentó dejar de lado el mal momento.

A pesar de la mala noticia, hay algo que deja más tranquilo al volante: el receso está a la vuelta de la esquina. "Lo bueno es que sólo me perderé estos cuatro partidos antes de fin de año. Voy a estar listo para arrancar la pretemporada con todo", firmó el rubio, que sólo piensa volver al ruedo cuanto antes para ayudar a su San Martín. "Para lograr el ascenso, se necesita el esfuerzo de todos", sentenció.