Una batería de chistes con Corona

Una batería de chistes con Corona

El reconocido capocómico asegura que no existen "las malas palabras"

RISAS A LA CARTA. Jorge Corona dijo que no baja ningún cuento de internet ni del teléfono.  "RISAS A LA CARTA". Jorge Corona dijo que no baja ningún cuento de internet ni del teléfono.
08 Noviembre 2013

Es una máquina: poco o nada escucha de lo que se le pregunta, pero responde con una tracalada de chistes, que, entre risas y carcajadas, hace difícil cualquier diálogo a menos que sea él quien interrogue y, claro está, como parte del mismo chiste. Jorge Corona es así: no existen en su mundo las "malas palabras", critica la hipocresía y, por las dudas, cuando concluye la entrevista con LA GACETA, sorprende con la pregunta: "¿Alperovich (José) está con Cristina (Fernández de Kirchner)?".

Como si tuviera necesidad de hacerlo, deja en claro que ha ganado ocho Estrellas del Mar, que tiene una decena de videos y que ha participado en muchas películas. "Y he trabajado con los más grandes", repite una y otra vez, evidentemente con un poco añoranza de otros tiempos.

- ¿Cuántos chistes tiene en su repertorio?

- No sé, miles, nunca me puse a contarlos. No manejo internet ni el teléfono ni nada. Creo que en esta época se acabaron los cómicos de la impronta como la mía; ahora todos levantan por internet, las cosas no son como antes. Ahora, con la muerte de (Juan Carlos) Calabró, no sé si queda otro humorista más que yo. Pero escuchá, quiero que digas en la presentación que "Corona era tan pobre, pero tan pobre, que la madre le cantaba el arroz, pero sin leche". (risas)

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- Lo suyo no es precisamente para la familia…

- No existen las malas palabras; hay que ser inteligente con esas cosas, si todos los chicos conocen esos términos (y los menciona uno a uno a través del teléfono) nadie se hace drama. En el mundo que vivimos, donde se asesina y se vive así, hay que ser hipócrita para quejarse de que uno diga una boludez con gracia. Todos putean en el teatro, en la calle, en la vida, así que no se por qué me ven a mí. La "mala palabra" es robo, corrupción, violación, el padre Grassi; esas son malas palabras. Porque, además, como dice un amigo, ¿cuáles serían las buenas palabras?

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- ¿Cómo trabaja en sus shows?

- Como un juego con el espectador. Trabajo con la impronta, no esa cosa que hay ahora, el stand-up, que es muy para los yanquis, para otro estilo de vida, para la sociedad norteamericana. Yo trabajo con la cosa rápida, me muevo como en los tiempos de la televisión; el chiste es como un golpe, un efecto que lo mandás y tiene que llegar. Soy muy personal, siempre voy al escenario con el sombrero y descargo. Y, por supuesto, interactúo con los espectadores. Al de la primera fila le pregunto seriamente, siempre que esté acompañado, si alguna vez engañó a su mujer, y luego le digo que si se ríe es porque sí lo hizo, y a partir de eso, los espectadores se divierten.

- ¿Después de "Risas a la carta" qué se viene?

- No se puede hablar de política, fijate lo que le pasó a (Alfredo) Casero, el lío que se armó porque el tipo quiso opinar. Está pasando lo mismo que con Perón; yo lo viví a eso.

ACTÚA HOY

• A las 21.30, en club Villa Luján, en Don Bosco 2.280


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