Los diáconos pueden ser solteros o casados

"Los grados del orden sagrado son tres: el episcopado (los obispos), el presbiterado (los sacerdotes) y el diaconado (los diáconos) pueden ser hombres célibes o casados. Carlos Salica estaba ejerciendo el ministerio del diaconado y al enviudar y contar con las disposiciones y formaciones necesarias fue admitido para ser sacerdote, pero no hay antecedentes de esto en Tucumán", explica el padre Martín Aversano, vicario judicial adjunto del Tribunal Eclesiástico.

"En 1074, el primer Concilio de Letrán la Iglesia Católica Latina dispone que solamente podrán ser ordenados presbíteros hombres que sean célibes. Esta normativa rige para la Iglesia latina. La Iglesia Católica de rito oriental, como los maronitas, coptos y bizantinos (son 25 Iglesias en total) tiene su propio derecho canónico.

En el caso de Salica, él estaba ejerciendo el ministerio del diaconado cuando enviudó pero después de su ordenación no podrá volver a casarse. "Si algún viudo quisiera seguir sus pasos debería hacer el discernimiento en el Seminario Mayor, porque el sacerdocio no es un oficio", aclaró.

Los diáconos pueden celebrar bautismos, casamientos y bendecir, pero no pueden confesar, ni consagrar la Eucaristía ni dar la unción de los enfermos.