18 Octubre 2013
MUCHO PARA VER. Los Fiat están en la planta baja, al igual que la gelería de datos de su carrera. FOTOS GENTILEZA MUSEO NASIF ESTEFANO
Autos. Recortes de diarios y revistas armados en grandes cuadros colgados en las paredes. Pero también trofeos, guantes, buzos, diversos elementos personales. hasta el Olimpia de Plata que le otorgó el Círculo de Periodistas Deportivos de Buenos Aires en 1973. Y como puntos más impactantes, el casco que usó cuando se accidente, el reloj. El Museo Nasif Estéfano, ubicado en la calle homónima (al 200) de Concepción es un mundo hecho por y para recordar al ídolo. Un lugar que detiene el tiempo, aún en su modernidad, practividad y funcionalidad.
Comenzó a operar en 2006, pero su armado demandó diez años. "Teníamos algunas cosas, las copas, los trofeos, un auto. Mi tío Julio hizo un archivo con todas las publicaciones sobre la vida deportiva de Nasif. Eran 24 carpetas con recortes de diarios, revistas, en orden cronológico. En base a eso hizo el libro al que tituló 'Un piloto superdotado'. Después, surgió la idea de hacer el museo", cuenta Oscar Alfredo, uno de sus sobrinos.
"Julio era el que más relación tenía con ese material, porque dormía en la misma pieza que Nasif y cuando él llegaba lo hacía con una pila de publicaciones", aportó Luis, su hermano.
Un gran paso fue la compra de una propiedad para levantar el edificio. Y desde entonces no paró de crecer. Hoy, en el interior hay cuatro autos: dos Fiat (125 y 1.600), el Matetón con el que compitió en 1970 en Sport Prototipo y una réplica del Brabham de F3 Internacional, con el que Nasif se consagró campeón en performance en la temporada Internacional de la República Argentina en 1966. En pocos días se sumará una réplica del Ford Falcon del TC. Y hay una idea de incorporar al F-1 Mecánica Nacional original, que está en Río Cuarto. "Se piensa en 2014 hacer un sistema de luz y sonido de última tecnología. También se proyecta construir más autos. En el plan original se contempla un auditorio, pero todo depende de los recursos económicos", agrega Oscar Alfredo.
El museo no cobra entrada y es mantenido ciento por ciento por la familia. Aportan todos sus integrantes y hay una gran ayuda de Luis Barrionuevo. "Lo que ganamos pasa por lo sentimental, lo emocional. Todos le sumamos cosas a este lugar", añade Luis.
Todo el tiempo los Estéfano reciben cosas relacionadas a Nasif, de gente de otras provincias, que son asiduos visitantes al Museo. "También vienen chicos de escuelas en visitas programadas. Todos se sorprenden de que lo que se expone son cosas originales y únicas", cerró Alfredo.
Comenzó a operar en 2006, pero su armado demandó diez años. "Teníamos algunas cosas, las copas, los trofeos, un auto. Mi tío Julio hizo un archivo con todas las publicaciones sobre la vida deportiva de Nasif. Eran 24 carpetas con recortes de diarios, revistas, en orden cronológico. En base a eso hizo el libro al que tituló 'Un piloto superdotado'. Después, surgió la idea de hacer el museo", cuenta Oscar Alfredo, uno de sus sobrinos.
"Julio era el que más relación tenía con ese material, porque dormía en la misma pieza que Nasif y cuando él llegaba lo hacía con una pila de publicaciones", aportó Luis, su hermano.
Un gran paso fue la compra de una propiedad para levantar el edificio. Y desde entonces no paró de crecer. Hoy, en el interior hay cuatro autos: dos Fiat (125 y 1.600), el Matetón con el que compitió en 1970 en Sport Prototipo y una réplica del Brabham de F3 Internacional, con el que Nasif se consagró campeón en performance en la temporada Internacional de la República Argentina en 1966. En pocos días se sumará una réplica del Ford Falcon del TC. Y hay una idea de incorporar al F-1 Mecánica Nacional original, que está en Río Cuarto. "Se piensa en 2014 hacer un sistema de luz y sonido de última tecnología. También se proyecta construir más autos. En el plan original se contempla un auditorio, pero todo depende de los recursos económicos", agrega Oscar Alfredo.
El museo no cobra entrada y es mantenido ciento por ciento por la familia. Aportan todos sus integrantes y hay una gran ayuda de Luis Barrionuevo. "Lo que ganamos pasa por lo sentimental, lo emocional. Todos le sumamos cosas a este lugar", añade Luis.
Todo el tiempo los Estéfano reciben cosas relacionadas a Nasif, de gente de otras provincias, que son asiduos visitantes al Museo. "También vienen chicos de escuelas en visitas programadas. Todos se sorprenden de que lo que se expone son cosas originales y únicas", cerró Alfredo.
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