Hubo 7 cines en TafÍ Viejo: el primero abrió en Centenario y Laprida

Hubo 7 cines en TafÍ Viejo: el primero abrió en Centenario y Laprida

EL ADELANTADO. El biógrafo, bar y confitería Centenario, de César Mainardi, fue el primer ámbito de proyección del séptimo arte en la ex villa turística. EL ADELANTADO. El biógrafo, bar y confitería Centenario, de César Mainardi, fue el primer ámbito de proyección del séptimo arte en la ex villa turística.

El prolífico y poético cineasta argentino Eliseo Subiela suele afirmar que "las personas van al cine para satisfacer esa necesidad infantil de ser arrullados por un cuento". Y en Tafí Viejo la historia oral nos remonta hasta 1912 para descubrir, que el más antiguo ámbito de proyección cinematográfica de esa ciudad contigua al norte de nuestra capital, se originó en la esquina de Centenario y Laprida. 

En esa intersección se manifestó, desde la segunda década del siglo XX, esa necesidad a la que alude el director del Lado oscuro del corazón y de Hombre mirando al sudeste, en los cinéfilos taficeños. En ese lugar de portones verdes y paredes bicolores pero deterioradas, funcionó el biógrafo, bar y confitería Centenario, que era propiedad de César Mainardi. En la actualidad la propiedad, que pasó por varias manos, figura a nombre de Pascual Antonio González, que antes de ejercer su dominio le pertenecía a la familia Zarzosa.

En el frente de la ochava figura el año de nacimiento de la edificación: 1912.

"Al principio sólo se exhibían cintas mudas que, por entonces distribuía Edmundo Acosta y arribaban a Tafi Viejo, a través del ferrocarril desde la capital tucumana", contó Diego Antonio Baraza, de 73 años.

Historias pescadas
Otro precepto subielista está relacionado con la vida. Ella "es la principal proveedora de historias, por lo tanto mientras uno esté vivo y atento, las historias aparecen como peces que se agitan en el agua y que hay que pescar", acostumbra pregonar el también guionista de Ultimas imágenes del naufragio y Las aventuras de Dios.

Y sin dudas, el terruño del poeta Néstor Rodolfo Silva y de músicos folcloristas como el Topo Encinar, Osvaldo Costelo, el "Mono" Villafañe, Quique Yance y Rubén Cruz, entre tantos talentos que surgieron de las entrañas taficeñas, es rico en historias de cinematógrafos o salas para la exhibición de películas.

Siete salas para cinéfilos
Según nuestras consultas e investigación, hubo siete salas -techadas o al aire libre- en la redenominada capital del limón, a partir de la irrupción del cine mudo hasta los inicios del siglo actual. Tres de ellas cambiaron de nombre y curiosamente fueron las que se localizaron entre el 200 y 400 de avenida Alem.

Sólo una subsiste
Aún más: de los siete cinematógrafos sólo uno queda en pie y se mantiene intacto, pero se lo utiliza para otras manifestaciones de la cultura taficeña "Ellas fueron El Centenario, el Salón Teatro Pueblo Obrero (en Villa Obrera), el Petít Salón -Petit Palais- (Alem 283); el salón teatro París (Alem y Sáenz Peña); la Sociedad Antoniana (Mitre 367); cine Avenida (Metro-Sociedad Española, en Alem 404) y el Alberdi (Regina), en Alem al 200.

El salón Pueblo Obrero
"Después del Centenario se inauguró, en la esquina de los virreyes de la villa Obrera, el salón teatro Pueblo Obrero. Las paredes de la construcción se resisten a abdicar pese al tiempo transcurrido y aún permanecen en la esquina de Pedro Melo de Portugal y Joaquín del Pino. Al frente de la pequeña plaza Rajakers (ex plazoleta de los burros)", añadió Baraza, presidente de la Sociedad Española filial Tafí Viejo.

Según explicó el memorioso Alberto "Tito" Agüero, de 67 años, que fuera ganador del otrora "Concurso Odol Pregunta" en el rubro Ganadores de los premios Oscar, "el salón Pueblo Obrero se construyó a través del club Talleres a cuatro cuadras del portón este de los talleres ferroviarios de ese municipio que fuera creado como municipalidad el 2 de junio de 1939. Aunque se inauguró el 4 de febrero de 1922, como recinto de reuniones sociales, gremiales y políticas, recién el 22 de enero de 1924 los socios aceptaron la propuesta de Carlos Belfiore, Ferré y Bergonzi para incorporar las funciones de cine"

"Lo concreto es que en febrero del 24 -agregó Agüero-, casi un mes después, comenzaron a disfrutar de las producciones del séptimo arte. Estas se extendieron casi hasta fines de la década del 50. Por cierto que con varias interrupciones en esas más de tres décadas y medias de funcionamiento".

Hoy la esquina de la sala de villa Obrera sigue en pie, con la puerta azul de acceso parchada; las paredes exteriores pintadas con el nombre de dos de los candidatos del Frente para la Victoria y miles de fantasmas del celuloide aún merodean en el interior del aireado recinto.

El Petit, que se volvió Palais, y el salón París nacieron en los años 20

En la misma época que el cinematógrafo del club Talleres inició sus actividades (1924), el matrimonio Pacheco-Ovejero comenzó a administrar el Petit salón, en Alem 283.

"En ese local Carlos Ledesma, más conocido como Carlitos, era el responsable del aspecto técnico de las proyecciones. A partir de las década del 30, la firma Lloveta, Hidalgo & Cía se erigió en propietario del Petit que sobrevivió hasta mediados de la década del 60", describió el profesor Ricardo Brunetti, recopilador e investigador de las salas de cines de nuestra provincia.

"A principios de 1960 el Petit Salón -remarcó- cambió su nombre por el de Petit Palais, pero con la titularidad dominial de tres ferroviarios retirados: Gargiulo, Gómez e Ibiris".

Excusa turística
Otro cine que asomó a la luz en la década del 20 fue el salón teatro del hotel París, localizado sobre la esquina norte de Leandro Alem y Sáenz Peña.

"El local que hoy está pintado de verde agua permanece cerrado, a la par de la estación ferroviaria. El establecimiento hotelero cerró junto con el cinematógrafo, que se había creado como un servicio más para los turistas que se alojaban en el París, en la época de esplendor de la villa veraniega Tafí Viejo",

El París se inauguró el martes 10 de enero de 1928. con el largometraje El maquinista de la general. Un filme mudo producido, dirigido y actuado por Joseph Francis Buster Keaton .

Keaton (Johnnie Gray) y Marion Mack (Annabelle Lee) interpretan los protagónicos. La sala del París se extendió hasta fines del 40, que convivieron cuatro salas.

Publicidad

EL ACOMODADOR

ALICIA.
- La versión muda de "Alicia en el país de las maravillas" (Alice's Adventures in Wonderland) es en blanco y negro y se estrenó en EE.UU. el 9 de marzo de 1910. Y en el Centenario taficeño en 1914. También vieron la segunda adaptación cinematográfica de la obra de Lewis Carroll , que dura aproximadamente diez minutos. Fue dirigida por Edwin S. Porter y realizada por la Edison Manufacturing Company de Edison. Es de un solo rollo y la mayoría de los personajes de la obra original tuvieron que ser eliminados. Alicia fue interpretada por la actriz Gladys Hulette.

LA REVOLUCION DE MAYO.
- La película argentina, sin sonido y en blanco y negro, que dirigió Mario Gallo se estrenó el 22 de mayo de 1910 en el teatro Ateneo, de Corrientes y Maipú, Buenos Aires. Protagonizado por actores profesionales, entre los que se encontraba Eliseo Gutiérrez, el filme se refiere a los acontecimientos históricos sucedidos en Buenos Aires en mayo de 1810. Contiene algunas fallas e inexactitudes como la presencia de San Martín; una licencia artística del director. Fue otra de las cintas que se disfrutaron en la esquina de Centenario y Laprida.

CURIOSIDAD
- Las películas de Charles Chaplin, El gordo y El flaco y La calle 42, de Lloyd Bacon integraban la cartelera del salón Teatro Popular Obrero. La calle 42, que se filmó durante la gran depresión, fue nominada al Oscar como mejor película. Curiosamente recién en 1998, cuando fue añadida al Registro Nacional de Filmes fue preservada y consagrada como uno de los mejores musicales de todos los tiempos.

PRINCIPIO DE INCENDIO.
- En 1931 hubo un principio de incendio en el salón Petit. El episodio ocurrió durante la proyección del filme "La casa de los nobles". Un trozo de cinta en llamas quemó las manos del operador Humberto Costello cuando intentaba apagar otros rollos que, al entrar en combustión, comenzaban a arder.

CONTRATO.
- El hotel París firmó un contrato con la Compañía Cinematográfica del Norte, en 1928. La empresa de Guillermo Renzi lo proveía de las mejores películas que distribuía en esta región

Publicidad
Comentarios